En los últimos días, el maratoniano segoviano Javi Guerra, de 36 años, ha saltado a las portadas de algunos medios de comunicación tras denunciar el comportamiento de paseantes que le han increpado por salir a correr en las horas destinadas a los mayores de 70 años. Pero le quita importancia: “Tuve un pequeño problema con la gente que le cuesta entender que los deportistas de alto nivel podemos salir a cualquiera hora”, informa el atleta, quien ha decidido evitarlo acudiendo a entrenar a lugares donde no se cruce con gente, en Navacerrada, Navafría o en pueblos como Garcillán, donde puede hacerlo desde el lunes, y limitar sus carreras por la ciudad de Segovia entre las 6 y las 10 horas. “Este horario no me ocasiona un destrozo en mi rutina”, defiende.

¿Cómo le ha afectado a un hombre acostumbrado a correr decenas de kilómetros a diario este confinamiento? “Evidentemente claro que perjudica. Estábamos a cuatro meses de unos Juegos Olímpicos y de repente por esta pandemia el objetivo está a más de un año. Se trata de relativizar, tratar de tener buena mentalidad, consciente de lo que está pasando y no tener prisa. Cumplir etapas y marcar objetivos a corto plazo para no ponerse nervioso; para que no sea peor”, detalla.

La cinta ha sido su tabla de salvación en estas últimas semanas, con 45 o 50 minutos diarios, aunque “no es lo mismo”. A ello se suma la bici estática.

Pero como todos los deportistas de élite, Javi Guerra necesita competir. “Ojalá se puedan celebrarse maratones a final de año, solo con atletas de élite. Correrlo no me vendría mal porque quedarían ocho meses para los Juegos; pero hablamos por hablar. Hablar de este maratoniano segoviano, que logró su plaza para Tokyo tras proclamarse campeón de España en Sevilla en febrero, es destacar la tan manida frase del ejemplo de superación. Confía en poder estar en Japón en 2021 en un buen momento de forma, después de perderse, con 32 años, la cita de Río de Janeiro en 2016, tras sufrir una tromboflebitis que le impidió acudir.

Y lanza un mensaje de fuerza a la sociedad, pero también de mentalidad: “Espero que aprendamos esta lección que hemos recibido. Que seamos más humanos, mejores personas y más solidarios. Es la principal razón por la que hay que luchar y valorar todo lo que tenemos, como es la sanidad, porque sin ellos no hubiéramos salido adelante”, comenta Guerra, sin olvidar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y todo el entorno de cada uno, “que si antes se valoraba, ahora mucho más, entre los que cita a su mujer, masajista y entrenador, que “permiten que pueda correr al máximo nivel”.