Historia de Segovia tallada en piedra y hornos de cal que se puede descubrir en la ruta desde la Risca de Valdeprados hasta los Hornos de Cal del Zancao en Vegas de Matute.

Esta ruta geológica, de ocho kilómetros, conformó el segundo itinerario del programa ‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’.

De hecho, la apuesta por el geoturismo es uno de los ejes del área de Turismo de la Diputación de Segovia. La finalidad es «dar valor a la gran variedad geológica que tiene el territorio».

En un viaje que desafía los límites del tiempo y la imaginación, una treintena de participantes se aventuraron en una de las rutas geológicas más fascinantes de la Sierra del Guadarrama, guiados por el geólogo Luis Alberto Martín de Frutos.

De Valdeprados a Vegas de Matute

Desde el pintoresco inicio en Valdeprados hasta el encantador destino final en Vegas de Matute, la ruta estuvo repleta de descubrimientos y maravillas a cada paso.

Así, desde la cota mínima en el Valle del Río Moros hasta la majestuosa altura de los Hornos de cal del Zancao, cada momento fue una oportunidad para conectar con la tierra y su pasado remoto.

La ruta, de baja dificultad, pero repleta de asombrosos hallazgos, comenzó con una exploración de La Risca de Valdeprados. Allí, el río Moros, con su caudal esculpió una garganta conocida como ‘La Risca’, donde llaman la atención la diaclasas de los gneises. Aquí, las paredes de calizas, dolomías y areniscas del Cretácico contaban la historia de milenios de erosión y cambio geológico.

A lo largo del camino, los exploradores recorrieron los ecosistemas intactos de ribera y encinar de las laderas. En este punto, se analizaron los recursos de aguas subterráneas de esta fosa tectónica y otros aprovechamientos minerales y recursos naturales de la zona.

Además, se detuvieron en puntos de interés geológico y cultural, como la Cueva del Cestero y la llanura aluvial del Moros, donde las huellas del pasado se entrelazaban con la belleza del presente.

Desde la Ermita de Nuestra Señora de Matute, con sus vistas panorámicas del valle excavado en los estratos calcáreos del Cretácico y de la llanura de inundación del Río Moros, hasta el Mirador de Vegas de Matute, donde los imponentes Calocos se alzaban como guardianes del tiempo.

Hornos de Cal del Zancao

El punto culminante de la jornada fue la visita a los Hornos de Cal del Zancao, un paraje impregnado de historia y tradición.

Desde el siglo XVI, este lugar ha sido testigo del trabajo arduo de generaciones, produciendo cal para la grandiosa obra del Monasterio del Escorial. Aquí, entre los vestigios de un pasado glorioso, los exploradores se sumergieron en un mundo de minerales y recursos naturales, donde la tierra misma ofrecía sus tesoros a aquellos que sabían dónde buscar.

‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’

Las personas que deseen participar en cualquiera de estas rutas deben saber que el traslado hasta el punto de partida de las mismas deberán hacerlo por su cuenta. Antes, deberán tramitar su reserva a través de la web de Prodestur (www.segoviaturismo.es) o de manera presencial en la sede del organismo, situada en la Casa del Sello, de lunes a viernes en horario de 8:00 a 14:00 horas.

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