La Junta de Castilla y León y la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce organizan en el Museo de Segovia la exposición ‘De El Paular a Segovia: 100 años de paisaje pintado (1919-2019)’, una selección de piezas realizadas por los artistas que han pasado por los cursos de pintura que comenzaron hace ya un siglo en El Paular de Rascafría, en la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama, y que desde 1954 tienen su residencia única y definitiva en Segovia.

El delegado territorial, José Mazarías, junto al director de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, Rafael Cantalejo, el vicepresidente de la Diputación Provincial, José María Bravo, y el director del Museo, Santiago Martínez, ha inaugurado esta tarde la muestra que pretende conmemorar el centenario de los inicios del curso de Pintura de Paisaje dando a conocer parte de los fondos que los pintores becados seleccionados por sus propias Escuelas de Bellas Artes (San Fernando, en Madrid; San Jorge, en Barcelona; San Carlos, en Valencia; y Santa Isabel de Hungría, en Sevilla, las primeras, a las que hoy se unen las restantes de España) dejaron en Segovia, tras su estancia en la ciudad durante estos cien años de existencia. Y, especialmente, ahondar en los comienzos del curso y su traslado definitivo a Segovia en los años cincuenta del pasado siglo.

Como ha señalado el delegado territorial, “el Curso de Pintores Pensionados de El Paular, que la Junta de Castilla y León viene apoyando desde hace años, está, ha estado, en el ‘humus’ de la cultura española del siglo XX. Lo estuvo ya desde sus inicios, pero la parte de la historia que más directamente nos toca y que se puede ver en la exposición se inicia en 1948 cuando los pintores vienen por primera vez a Segovia y exponen en nuestra ciudad”.

“Los pintores pensionados – ha añadido Mazarías- siempre han aportado renovación y aire fresco a nuestro panorama cultural. Repasando las nóminas de pintores pensionados vemos en la Segovia de aquellos años a lo mejor de la vanguardia histórica española: Hernández Mompó en 1949, José Beulas y Juan Genovés en 1951, Lucio Muñoz en el 53, Alcorlo en el 58… parte de esta historia es la que se nos desvela en la muestra”.

La exposición, que ha sido posible por la colaboración de la Diputación Provincial y de la Fundación Rodera Robles, que han cedido un número significativo de obras, presenta 36 pinturas de paisaje, realizadas por diferentes artistas entre los años 1950 y 2019, distribuidas en tres secciones: ‘Paisaje Pintado’, ‘Paisaje con figuras’ y ‘Paisaje Dibujado’.

Esta selección se completa con los documentos y fotografías, que, procedentes en su mayor parte del Archivo de la Academia de San Quirce, contextualizan la obra pictórica expuesta. Y como material complementario, varios catálogos de pinturas realizados por el Curso de Pintores, publicaciones sobre el tema, y la medalla conmemorativa del Centenario del Curso.

Mediante un discurso expositivo cronológico, se exponen en cuatro o cinco grandes bloques temáticos aspectos tan interesantes como los inicios del curso, tanto en la ex cartuja de El Paular, como en Segovia; la presencia extranjera en los cursos de paisaje; la presencia de los pintores en la ciudad y su acogida; y la influencia del curso en la pintura española contemporánea, sobre todo en los últimos cincuenta años del siglo XX. Juan Antonio del Barrio y Carlos Muñoz de Pablos son los comisarios de la muestra.

Un siglo de pintura del paisaje
En 2019 se conmemora el centenario del comienzo de los cursos de la Residencia de Paisajistas de El Paular, un curso desarrollado a iniciativa de la entonces Dirección de Bellas Artes y aprobado por la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sin duda, una decisión que pretendía contribuir a la formación de los artistas en una disciplina, la pintura de paisaje, que pasaba por un momento brillante.

Durante el verano de 1948 y 1950 los becarios expusieron en Segovia la obra realizada durante el curso en El Paular. En los años siguientes, El Paular y Segovia compartieron sede, hasta 1954 en que el curso instala su residencia única y definitiva en Segovia, con sede en el Palacio del Marqués de Quintanar, en la actualidad centro de innovación y desarrollo para el diseño y la cultura, gestionado por la Junta de Castilla y León. El deseo de darle al curso una dimensión internacional supuso la institución de becas para extranjeros, iniciativa que atrajo durante varios años a numerosos artistas extranjeros, de los que también ha quedado constancia en los fondos del Museo de Segovia, de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, así como en otras instituciones segovianas.