La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), en “consonancia” con las indicaciones de la Unión Europea, ha puesto en marcha, junto a las comunidades autónomas y otras autoridades competentes, un plan coordinado “específico” de control oficial sobre plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos hechos con polvo de bambú.

Lo hace a instancias de la Comisión Europea, que ha decidido lanzar esta acción coordinada de control específico sobre este tipo de materiales en todo el territorio de la UE hasta el 31 de diciembre de 2021 y en la que la AESAN coordinará la participación española.

En concreto, en el marco del plan se detendrá la importación de aquellos productos fabricados a partir de plástico en combinación con polvo de bambú y otras fibras vegetales, impidiendo su entrada en el mercado interior de la UE, así como detectando aquellos envíos declarados “fraudulentamente” como fabricados únicamente como bambú.

A nivel de mercado nacional, el objetivo es identificar aquellos productos ilegales que ya estén a la venta, tanto en establecimientos físicos como a través de Internet, y proceder a su retirada.

Finalmente, merced al plan se informará a fabricantes, importadores, distribuidores y plataformas de comercio electrónico de que estos productos no están autorizados en la UE y, por tanto, deben ser retirados del mercado así como a los consumidores sobre los potenciales riesgos para la salud que suponen estos productos.

El plan surge tras la identificación de un “número creciente” de notificaciones en el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff) para este tipo de productos relacionados con el uso no autorizado de aditivo de bambú como relleno y el etiquetado incorrecto de productos declarados “falsamente” como hechos 100% de bambú, según precisó la Aesan en un comunicado.

La agencia recordó que los materiales plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos solo pueden fabricarse con sustancias que hayan sido “minuciosamente evaluadas” y estén autorizadas de acuerdo con el Reglamento (UE) 10/2011 sobre materiales plásticos en contacto con alimentos.

Sin embargo, se han detectado en el mercado materiales destinados a entrar en contacto con alimentos de plástico que contienen bambú y otros aditivos de origen vegetal que no están autorizados y no figuran en la lista de la Unión, por lo que su comercialización incumple la legislación alimentaria, según la Aesan.

En este sentido, advirtió de que el uso de bambú y otros materiales vegetales no autorizados en plásticos para el contacto con alimentos puede representar un “riesgo” para la salud, ya que esto puede permitir la “degradación acelerada” de ciertos plásticos, lo que, a su vez, puede provocar la migración de sustancias del plástico a los alimentos, excediendo en algunos casos los límites de migración específicos establecidos como “seguros” en la normativa UE.

Declaraciones falsas

Junto a ello, la agencia subrayó que se ha constatado que en “muchos casos” estos plásticos se acompañan de “declaraciones falsas” cuando se comercializan, presentándose como «naturales», «ecológicos», “compostables» o «reciclables» para “engañar a los consumidores conscientes del medio ambiente para que compren algo que creen que es sostenible”.

“Sin embargo, en estos casos esta supuesta alternativa sostenible a los materiales plásticos está hecha precisamente de plástico, donde el bambú u otro aditivo vegetal se agrega solo como relleno para darle volumen y forma”, abundó.