Desde hoy, el Museo de Segovia cuenta con una pieza más. Se trata de un prendedor de oro hallado en Coca, en la zona arqueológica de ‘Los Azafranales’, por la Unidad de Arqueología de la IE Universidad de 1999 mientras realizaban unos estudios de campo. Según los estudios realizados por los investigadores Juan Francisco Blanco y Cesáreo Pérez, director de esta Unidad y codirector de las excavaciones, esta pieza sería la primera joya histórica que aparece en el núcleo urbano de la villa, y dataría del año 1.000 antes de Cristo, la época del ‘Bronce Final Atlántico’. Además, establecen la hipótesis de que el prendedor puedo haberse fabricado en la actual Irlanda o Gran Bretaña, y se habría extraviado hacia los siglos VIII o VII antes de Cristo.

Javier López Escobar, delegado territorial de la Junta, ha estado presente durante el acto de entrega que ha protagonizado Cesáreo Pérez en el Museo de Segovia. También ha acudido al acto el director del Museo, Alonso Zamora.

El buen estado de conservación de la joya y las investigaciones realizadas durante este tiempo han llevado a pensar que la pieza pudo ser utilizada como prendedor para el pelo o para sujetar algún manto o cinta a la cabeza. La pieza tiene una longitud de 82 milímetros, una anchura de 49 milímetros y pesa 10,438 gramos. Según indican los investigadores Blanco y Pérez, se trata de una joya compuesta resultado del ensamblaje de varios elementos, diez concretamente: dos conos de fino hilo de oro enrollado en espiral, dos clavillos con los que han sido cerrados y rematados decorativamente aquellos, cinco remaches y una aguja. Cada uno de los elementos ha sido fabricado por separado con distintas técnicas para después, ser ensamblados

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