Concienciar de la importancia del antiguo oficio de los canteros, describir las principales variedades de piedra ornamental y de cantería originarias de la provincia o documentar de forma detallada todas las canteras existentes en el territorio. Estos son algunas de las metas que el ingeniero de minas segoviano Fernando Pedrazuela ha perseguido con la publicación del libro “La piedra monumental de la provincia de Segovia y sus canteras”, que ha editado la Diputación y que se dará a conocer el próximo miércoles 8 de mayo en el Salón de Plenos del Palacio Provincial.

Veinticinco años ha dedicado Pedrazuela a este trabajo, en un ámbito en el que había muy poca documentación y en el que ha solapado dos contextos de investigación.

Por una parte, la recogida de testimonios de los maestros canteros. Unos profesionales que el ingeniero ensalza por atesorar un profundo conocimiento sobre su oficio y el material con el que trabajan, que no sólo se resume al labrado de la piedra. El maestro cantero domina la prospección de los yacimientos, su apertura, o cómo realizar el corte más adecuado para extraer la piedra. Además, realiza proyectos constructivos y talla las piezas más adecuadas para cada fin.

De otra parte, se ha llevado a cabo la aplicación de criterios técnicos para investigar el origen y ubicación de la roca ornamental.

Para el profesor si hay algo que destaca de la piedra de la provincia de Segovia es su variedad, que se corresponde con la riqueza geológica del territorio. Existen tres grandes grupos: pizarras y cuarcitas; rocas graníticas y rocas carbonatadas, que se identifican con la piedra caliza en términos generales. Pero además existen otras como el alabastro, la calcedonia, las ágatas musgosas o el jaspe y una variedad de mármol conocido como Vegas de Matute, por ser originario de la localidad.

Ornamentales y de cantería
El experto distingue entre las rocas ornamentales, que son aquellas que son elegidas por sus cualidades estéticas como el color y la textura y admiten pulido, y las piedras de cantera, que por sus características son utilizadas como materiales de construcción, pero que no admiten pulido.

Sin embargo, en el título del libro el autor ha querido utilizar la denominación de piedra monumental, que engloba a las piedras ornamentales y a aquellas de cantería que tienen la fuerza estética suficiente para ir a cara vista. Son las que dotan de ese carácter de monumental a edificios, calles, iglesias, ermitas, o viviendas particulares.

La parte final de la publicación es un atlas completo y detallado de las 43 canteras que existen en la provincia. Nueve dedicadas a pizarra y cuarcita; otras nueve de granito; veinte de caliza y cinco de otras variedades.

El autor reconoce que el libro también es sobre todo un homenaje a los canteros, de los que confiesa que ha aprendido mucha humildad como investigador ante profesionales que sin tener ningún tipo de estudio académico son unos grandes talentos en su profesión.

Pero advierte del riesgo de que se pierda un oficio que desde la época de la construcción de las catedrales ha pasado de generación en generación a través de la transmisión oral si no se realiza un esfuerzo por documentar y dejar constancia escrita de todas sus técnicas y conocimientos.

La presentación del libro tendrá lugar el miércoles a las 19.00 horas. En un acto conducido por el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, intervendrá, además del autor, el catedrático de explotación de minas de la Universidad de Castilla La Mancha, José María Iraizoz Fernández.