El Diario Oficial de la Unión Europea ha publicado recientemente la solicitud de registro del nombre ‘Cochinillo de Segovia’ como Indicación Geográfica Protegida (IGP), por lo que este gran producto castellano y leonés se encuentra un paso más cerca de obtener el merecido reconocimiento como figura de calidad de la tierra, amparada en el ámbito de la Unión Europea.
Actualmente, son 37 explotaciones las dedicadas a la cría de cochinillo de Segovia, alcanzando una producción anual que supera los 150.000 cochinillos, con un valor económico cercano a los seis millones de euros.
El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) -dependiente de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural- adoptó hace un año la decisión favorable en relación con esta solicitud presentada por la Asociación para la Promoción del Cochinillo de Segovia (Procose), dándose traslado a la Comisión Europea. Ahora, en un plazo de tres meses si se superan los últimos trámites, la ‘IGP Cochinillo de Segovia’ podrá inscribirse en el Registro de Denominación de Origen Protegida y de Indicaciones Geográficas Protegidas.
Con este reconocimiento, el producto podrá incorporar este distintivo en su etiquetado ofreciendo al consumidor una mayor garantía de calidad y origen del producto, valorizando aún más su tradición y reputación tanto en el mercado nacional como en el mercado exterior.
El producto que se protege es la cría de la especie porcina de capa blanca nacida en zona delimitada de la provincia de Segovia y la comarca de La Moraña de Ávila, y alimentada exclusivamente con leche materna hasta su destete. Además, la composición de la dieta de las madres lactantes debe ser rica en nutrientes. El peso está comprendido entre 4,0 y 5,8 kilos y se comercializan en piezas enteras con cabeza y sin asadura, en medias canales y cortes primarios.