Los patronos del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia cuentan con mantenerlo abierto el próximo año con una aportación conjunta de algo menos de 600.000 euros, aunque solo sea con la colección permanente que donó el pintor que le da nombre. Sin exposiciones temporales ni actividades educativas para sobrevivir con menos de la mitad del presupuesto que llegó a tener antes de que la crisis le despertara de un sueño que llevó a la Junta de Castilla y León a planear incluso su ampliación con la incorporación de la parte deteriorada del palacio de Enrique IV. Hoy, sin embargo, de aquella propuesta de hace seis años no hay nada. 

No hay plan arquitectónico, ni museológico, de ampliación del museo que alberga 153 obras de Esteban Vicente (Turégano, 1903 – Bridgehampton, 2001), único miembro español de la primera generación de la Escuela de Nueva York del Expresionismo Abstracto Americano. Sólo un proyecto de consolidación de la parte que se encuentra en aparente estado de semiruina.

Dentro del concepto ‘futuro a largo plazo’ cualquier hipótesis cabe, claro está, dado que incluso la fundación estadounidense The Harriet and Esteban Vicente llegó comprometer en su día una aportación extra de 280.000 euros al año para costear el sobregasto. Pero hoy, con el escenario económico actual, semejante proyecto ha pasado de sueño a utopía.

El Esteban Vicente llegó a contar con un presupuesto de 1.661.000 euros en su mejor año, similar incluso al que se aprobó para el ejercicio actual en los potentes museos de arte contemporáneo de León (el Musac) y Valladolid (Patio Herreriano). Aunque de aquello hace ya un lustro y ahora su directora, máster en Dirección y Administración de Empresas (aparte de un notable bagaje cultural), debe cumplir con el encargo de artificiar un plan de viabilidad para el que ya de antemano no le salen las cuentas.

Con el dinero comprometido (618.000 euros que se quedan en algo menos de 600.000 al excluir la labor investigadora y otros conceptos ajenos al día a día del museo) “da para cubrir los gastos de personal, manteniendo el recorte del 30 por ciento en los salarios, pero no para abrir: ni para la taquilla, ni para pagar la seguridad de las salas y las actividades educativas”, asegura Ana Martínez de Aguilar a Ical. “Faltan unos 140.000 euros, quizá algo menos”.

De ahí que la directora deba presentar en enero un plan de viabilidad que contemple una “reducción drástica de la estructura” del museo. “Eso es lo que me han pedido para poder mantenerlo abierto aunque sea solo con la colección, lo cual no es doloroso, sino dolorosísimo”, apunta. “Pero es lo que hay, a no ser que las instituciones quisieran aportar más, pero tampoco sé si pueden o si está dentro de sus prioridades”.

La Diputación de Segovia ha comprometido para el próximo ejercicio 228.000 euros; la Junta, 62.000; y el Gobierno central, 38.940. El Ayuntamiento no ha confirmado todavía su partida, aunque se prevé que esté en torno a los 38.000 euros de este año; y “los americanos”, 204.512.

 

Abertis, mecenas del 1 por ciento Cultural

La ecuación cultural que podría hacer que cuadraran las cuentas de 2014 es la exposición que el pintor y fotógrafo madrileño José Manuel Ballester empezó a visualizar hace más de seis años, comisariada por Martínez de Aguilar y el catedrático de Historia del Arte y la Arquitectura Antonio Ruiz, especialista en el patrimonio segoviano. Si el Gobierno acepta que se financie con cargo a la partida conocida como uno por ciento Cultural, el museo recibiría 197.000 euros más.

El Estado gestiona ese fondo que nace de la Ley de Patrimonio Histórico, que obliga a destinar al menos un uno por ciento de la cuantía de los contratos de obras públicas a iniciativas patrimoniales o artísticas. Y ahí es donde entra el grupo Abertis, patrono del Consorcio del museo, que hace un año y cuatro meses que formalizó la elección del destino de su cuota.

La muestra de Ballester pretende precisamente “poner en valor el patrimonio oculto de Segovia”, recuerda la directora del Esteban Vicente. El artista captó las primeras instantáneas en 2007 y hace ya tiempo que cuenta con el material que necesitaba: “La obra final es lo que tendría que hacer, todas esas manipulaciones que hace con las fotos hasta convertirlas casi en pinturas a través del ordenador y una positivación muy compleja”.

El artista madrileño destaparía “esa Segovia oculta, patrimonial, que tienen los conventos de clausura, determinadas torres, los techos y lugares inaccesibles de muchos edificios, etcétera. Se pondría a disposición de todo el que venga al museo, e incluso seguro que José Manuel lleva fuera de España estas fotografías”, afirma la responsable de la pinacoteca. “Sólo ese uno por ciento Cultural ya nos permitiría hacer el proyecto, presentarlo y tener abierto el museo a pleno rendimiento durante cinco meses, y el año entero contando con los americanos”, ya que la aportación de Abertis conllevaría una inyección extra por parte de la fundación equivalente al 33 por ciento. 

El Esteban Vicente debe resolver en las próximas semanas las nuevas “observaciones técnicas” requeridas por la comisión mixta formada por Cultura y Fomento, que ya da por bueno el resto del proyecto (incluida la cuestión económica) y se espera que tome una decisión definitiva este mismo año.

Pero lo cierto es que el problema solo se pospondría un año. Por ello, en caso de que el Gobierno autorice la partida del uno por ciento Cultural, la directora no tendría que presentar el plan de viabilidad al Patronato hasta marzo: “Sería para garantizar la estabilidad del museo en tres años, y a partir de ahí sí, buscar patrocinio o lo que sea. Pero claro, si te adelgazan la estructura de tal manera que te impiden casi trabajar, la situación es muy difícil”.

Así que la dirección deberá recurrir a otro tipo de arte, el de la supervivencia, para planificar el sobreajuste de los gastos ordinarios mientras mantiene abierto el museo, aguarda resultados sobre el uno por ciento Cultural y sigue tocando puertas a la espera de encontrar nuevos apoyos privados y la salida a una crisis en la que lleva sumido un tercio de sus 15 años de existencia.

 

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