Horiha posa con la camiseta de su nuevo club junto al presidente del Balonmano Nava, Julián Mateo/ Balonmano Nava

Con varias sesiones de entrenamiento junto al resto de sus nuevos compañeros, y a la espera de debutar mañana sábado en Irún ante el Bidasoa, ha sido presentado por el Viveros Herol Balonmano Nava el lateral izquierdo ucraniano Dmytro Horiha, procedente del Motor Zaporozhye con el que ha disputado esta misma temporada la máxima competición continental hasta la invasión rusa que paralizó la actividad de la entidad. Horiba ha sido uno de los jugadores más determinantes de su equipo en la EHF Champions League, con lo que se espera pueda marcar diferencias en el Balonmano Nava en lo que queda de temporada, momento en el que expirará su vinculación con los de La Nava.

Horiha: «Luka Sebetik me llamó para decirme que si quería venir»

«Muchos equipos me llamaron para jugar con ellos este final de temporada, pero yo quería venir a España porque es una liga muy fuerte», explicó Horiha en su primera comparecencia ante los medios de comunicación, auxiliado por su compañero Patotski, que hacía las veces de traductor. «Luka – Sebetik, compañero suyo en ucrania y ahora también en Nava – me llamó para decirme que si quería venir aquí», añadió Horiha, que pudo salir de su país gracias a a la ayuda de la Federación Ucrania, que fletó autobuses con jugadores internacionales y sus familias para poder escapar del conflicto. «Agradezco mucho a los españoles la ayuda que brindan a mi país», dijo.

Como jugador, Horiha espera «aportar en defensa y ataque, pero haré lo que me pida el entrenador». «Me gusta ser agresivo en la pista, jugar rápido y alternar la defensa y el ataque», insistió Horiha que se mostró «agradecido» al Viveros Herol Balonmano Nava por facilitar su adaptación. «El idioma es un hándicap, pero toda la gente dentro y fuera del equipo me ayuda mucho y me adaptaré rápido», apostilló.

Ante Bidasoa en Irún, con ganas de dar la sorpresa

Después de un mes sin competir por la celebración de la Copa y el partido aplazado del fin de semana anterior, El Viveros Herol retorna a la competición en unas condiciones bien distintas a como lo dejó. Las incorporaciones de Horiha y Sebetic más la recuperación de Prokop otorgan esperanzas a los naveros de competir en uno de los campos más complicados de la categoría, aunque el objetivo de los segovianos sea el de amarrar la permanencia en el Guerrer@s Naver@s a partir de la semana que viene.

Horiha y Sebetic, junto a Carlos Villagrán, capitán del Viveros Herol Balonmano en el Guerrer@s NAver@s / Balonmano Nava

«El influjo de los dos nuevos fichajes se debe notar desde este mismo sábado. Son jugadores de gran calidad y eso se tiene que notar y tienen que dejar su huella en Irún frente Bidasoa, pero también en los siguientes partidos», explicó Zupo Equisoain, entrenador navero, en la previa del partido.

«Son dos jugadores más y estamos a punto de recuperar a Prokop. Eso se tiene que notar, porque no es lo mismo tener 12 que 15 ó 16 en la plantilla», añadió el navarro en declaraciones a los medios. El partido será este sábado 9 de abril en el mítico Artaleku de Irún, a las 18.30h.

Dos temporadas más de contrato para Vujovic

En plena vorágine de fichajes de jugadores procedentes de Ucrania, renovaciones y confirmaciones de fichajes para el próximo curso, el Viveros Herol Balonmano Nava ha confirmado la renovación por dos temporadas del montenegrino Filip Vujovic (1996), que destaca por su buen rendimiento en el extremo en tareas ofensivas, y en defensa cuando le es requerida su presencia gracias a su envergadura.

«La renovación para mí significa continuidad de la lucha común por los mismos objetivos que nos hemos propuesto. Me encanta este club y este lugar y mi renovación es en realidad la creencia de que podemos hacer grandes cosas juntos», explicó en declaraciones a la web oficial del club. «Puedo prometer que nunca me rendiré y que lucharé hasta el último segundo. Para cada uno de sus aficionados, trataré de devolver con juego todo su cariño», apostilló el joven talento balcánico.

Texto: Javier de Andrés