La Policía Nacional de Segovia da por desarticulado el grupo autor del asalto y robo con agresión a dos mujeres, que ocurrió el pasado mes de marzo, en la vivienda ubicada en la planta superior del mesón “El Arriero”, en el barrio de San Marcos de la capital.
El hecho se concluye con las detenciones de seis individuos, como presuntos autores del mismo, que se produjo mientras las mujeres dormían, cuando cuatro individuos cubiertos con pasamontañas se introdujeron en el domicilio tras forzar una ventana, sorprendiendo a las dos mujeres. Tras maniatarlas y amordazarlas las amenazaron y golpearon para que les dijesen donde guardaban el dinero y las joyas que poseían, consiguiendo apoderarse de joyas y dinero en efectivo.
El primero de los robos, en el que están supuestamente implicados los mismos detenidos, se produjo el pasado mes de diciembre en el interior de un domicilio sito en la calle Agapito Marazuela de la capital segoviana, cuando sus moradoras, dos mujeres de avanzada edad que se disponían a abrir la puerta de la vivienda, fueron abordadas por cinco individuos que iban encapuchados y las empujaron hacia el interior.
Seguidamente y de forma muy violenta, los delincuentes maniataron y amordazaron a sus víctimas, llegando a agredirlas para amedrentarlas y conseguir que les dijesen dónde tenían guardado su dinero. Ambas mujeres resultaron heridas por las agresiones sufridas.
Ambos casos presentaban una serie de características comunes, que desde el principio hizo sospechar a los investigadores que pudieran tener la misma autoría, extremo éste que se iba confirmando a medida que avanzaba la investigación.
Según se pudo averiguar por las investigaciones policiales, este grupo criminal estaba dirigido por unos cabecillas que se encargaban de captar la información de personas que podían ser víctimas fáciles, y que podrían guardar en su domicilio dinero y joyas.
Una vez elegido el objetivo, estos delincuentes vigilaban a las posibles víctimas y el domicilio, comprobando los hábitos y movimientos de las personas vigiladas.
La ejecución del asalto estaba igualmente planificada, y así, mientras unos miembros del grupo realizaban el asalto a la vivienda, otros se encargaban de vigilar en el exterior, para en el caso de que detectasen presencia policial o cualquier otra incidencia, dar la alarma a los que estaban en el interior.
Los delincuentes portaban un maletín en el que guardaban los efectos que utilizaban durante el asalto, tales como bridas o cinta americana para atar y amordazar a las víctimas, o los pasamontañas y guantes que utilizaban ellos. También utilizaban el maletín para guardar los efectos robados. Una vez finalizado el robo, todos los integrantes del grupo se dirigían a un lugar concertado para repartirse el botín conseguido.
Los detenidos, la mayoría de los cuales ya tenían antecedentes policiales, han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente que ha ordenado su ingreso en prisión.