Castilla y León registró 27 accidentes laborales mortales en 2012, la cifra más baja de los últimos 15 años, y un 30,77 por ciento menos que en 2011. En total, el año pasado se produjeron 19.444 accidentes con baja durante la jornada laboral en la Comunidad, el mejor dato desde 1995, y un 22,66 por ciento menos que en 2011, cuando se registraron 19.969. No obstante, la Junta reconoció el efecto en estos datos de la crisis económica, ya que la actividad económica es inferior, según informó en un comunicado.

La evolución respecto de los años de mayor mortalidad indica que entre 1999 y 2001 los accidentes mortales superaban los 80 cada año, y aún en 2007, con 56 accidentes eran más del doble de los registrados en 2012. Del mismo modo los accidentes graves se han reducido hasta 204, prácticamente la mitad de los registrados en 2007, y la tercera parte de los registrados en los años 1999 a 2002.

De los 27 accidentes mortales registrados en 2012 en jornada de trabajo, cuatro fueron como consecuencia de accidentes de tráfico y diez de lesiones no traumáticas. Además, se produjeron seis accidentes mortales ‘in itinere’, todos ellos por accidentes de tráfico.

 

Siniestralidad

En 2012 se registró la cifra más baja de accidentes desde 1995 (29.969), año en el que se transfirió la política de prevención a la Junta y se consiguió bajar de los 20.000 accidentes. La comparación con años anteriores muestra que la accidentabilidad es un 35,12 por ciento inferior a la del año 1995, porcentaje que se eleva hasta un 56,88 por ciento si se compara con 2007, que fue el año en el que se registraron 45.089 accidentes, la cifra más alta.

En cuanto a los accidentes en itinerancia, tiempo que se emplea en acudir al centro de trabajo desde el domicilio, en 2012 se registraron 2.110 siniestros con baja de los cuales 34 fueron calificados como graves y seis fueron mortales. Estos datos suponen una reducción de 267 accidentes respecto a los del año 2011, un 11,23 por ciento.

La comparativa de los accidentes con baja en jornada de trabajo desde el comienzo de la crisis, indica que se han reducido a menos de la mitad, y algo parecido, aunque en menor grado, ha ocurrido también con los accidentes ‘in itinere’, que han pasado de un cifra de 3.400 accidentes con baja en el año 2008 a 2.110 en 2012. No obstante, el Gobierno autonómico reconoció que estos datos no reflejan la influencia de factores como el descenso de la actividad económica.

Por ello, señaló que debe analizarse los índices de incidencia, que tienen en cuenta el número de accidentes registrados y el número de trabajadores expuestos al riesgo. Aunque el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social ha descendido en 2012, con 50.000 personas menos que en 2011, el índice también refleja un descenso con un valor de 27,89 accidentes por cada 1.000 trabajadores, frente a los 33,88 del año anterior, produciéndose una reducción del 17,67 por ciento en el valor de este índice.

Este índice también es el más bajo registrado desde 1995, y hay que tener en cuenta que el número de trabajadores afiliados en alta, a pesar del descenso registrado en 2012, es superior en más de 100.000 a los que había en el año 1998, y similares a los de 200 y 2003, en que el número de accidentes registrados superaba los 40.000.

 

Enfermedades 

Por último las enfermedades profesionales han experimentado un descenso en 2012. La Junta explicó que a pesar de que se podía esperar una estabilización de los valores, incluso un ligero incremento, durante 2012 se han declarado 110 enfermedades con baja menos que en 2011 y 157 enfermedades sin baja menos. El cómputo total es de 321 enfermedades con baja y 422 sin baja.

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