Las Fiestas de San Juan y San Pedro en la capital segoviana han comenzado con un claro mensaje: La confianza otorga grandes posibilidades y en una época de crisis como la que España atraviesa se hace más necesaria si cabe la autoestima. Así lo consideró en los años 80 el estado de California con la aprobación de una ley sobre la autoestima y así lo ha trasladado el pregonero de las fiestas de la capital Carlos Blanco, quien ha dado el pistoletazo de salida a unos días festivos que envolverán a la ciudad de alegría.

Bajo el Acueducto “protector” y tras celebrar el acto de nombramiento de damas y alcaldesa 2013, el periodista y escritor segoviano se ha remontado en el tiempo para recordar como Segovia y los segovianos, “hijos de Hércules”, han pasado por épocas peores y cómo siempre han sabido remontarlos con su carácter. En una ciudad empobrecida durante el siglo XVII, los segovianos y segovianas salieron a las calles para celebrar la inauguración del retablo de la Virgen de la Fuenscisla, su patrona. “Cuanto más riesgo hay más esfuerzo hay que hacer para hacer realidad nuestros sueños”, ha explicado para incidir en la necesidad de que las malas épocas no pueden acabar con “nuestros sueños”.

Ante miles de personas que se han agolpado en la Plaza de Artillería para asistir el pregón oficial Blanco se ha referido a una Segovia “moderna, abierta y referencia de vanguardias” a través de uno de sus principales razón de ser: la cultura. El pregonero ha insistido en utilizar la cultura como motor de desarrollo para salir de la crisis mientras ha repasado los muchos eventos de referencia que hacen de Segovia toda “una capital cultural”. Hasta la carrera del Pavo no ha faltado en su listado.

“Sacudid el pesimismo” ha gritado ante la multitud para, emocionado, dirigirse a los ciudadanos y decir: “Sin Segovia no Luna, que nos escuchen en la Luna: Hijos de Hércules, viva Segovia!. Los aplausos y la respuesta del público han finalizado el pregón que ha rematado el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, con otro sonoro “viva Segovia”. El chupinazo ha dado comienzo al espectáculo.

Con un escenario de lujo y bajo los arcos de los emblemáticos arcos de piedra, la Banda Sinfónica Tierra de Segovia y la Escolanía de Segovia han ofrecido un recital acompañado por los juegos de luces y agua de las fuentes instaladas para la ocasión y que han dejado a más de uno y una con la boca abierta. Temas como Carmina Burana bajo la dirección de José Mª García Portela en la banda y Marisa Martín en la Escolanía dieron un exquisito punto de inicio a las fiestas grandes.

El castillo de fuegos artificiales desde los altos del Cementerio y el concierto de All Toguether Band, tributo a The Beatles en la Plaza Mayor, encaminaron la noche en una semana llena de actividades y citas culturales que recordaran continuamente que Segovia ya está de fiestas.

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