Con cuatro partidos por delante, la Gimnástica depende de sí misma para ascender a Primera RFEF / Gimnástica Segoviana CF

Que la Gimnástica Segoviana están en uno de los mejores momentos de su larga historia es algo que a nadie se le escapa. En lo deportivo, la victoria de este domingo ante el Badajoz (2-1) le coloca líder de su grupo en la Segunda RFEF y en puesto de ascenso directo a Primera RFEF a falta de cuatro jornadas para el final de la Liga.

En lo económico, vaivenes aparte, el club muestra estabilidad y cumple con sus compromisos; y en lo social ha recibido el más que merecido reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Segovia con la denominación de una Plaza, en la zona en la que se ubicaba el mítico campo de El Peñascal, mítico feudo de la Gimnástica – y de otros equipos segovianos – hasta el año 1977. Atrás quedan los momentos convulsos, aquellos en los que era difícil aventurar si el equipo iba o no a jugar la siguiente semana. Y no hace tanto tiempo de aquello. 

Las dinámicas. Ese intangible

Con el severo contratiempo de la semana, lesión aparentemente grave de Maroto, afrontó la Segoviana un partido ante el Badajoz con opciones reales de terminar líder la jornada. Ramsés Gil apostó por Carmona en portería; Silva y Rubén en los laterales con López y Molina en el centro de la defensa; Manu y De la Mata en la primera línea de construcción; Llorente en posición más avanzada, con Borrego y Astray como volantes y Segovia en punta.

Empezó mejor el Badajoz, que venía en situación más que delicada en la tabla, con medio pie en Tercera. Más consciente de lo que se jugaba, más enchufado, más vivo. Tuvo dos ocasiones en menos de ocho minutos con intervenciones fenomenales – sobre todo la segunda – de Carmona. Pero lo que son las dinámicas. Segovia recibe de espaldas en la medular y descarga magistralmente a Borrego que encara al guardameta visitante y con suspense logra el primero de la tarde para los locales. Un minuto después, Segovia estuvo a punto de hacer de cabeza el segundo para la Sego pero el balón no encontró portería. En diez minutos ya habían pasado muchas cosas: ocasiones para ambos, paradas extraordinarias, un gran gol, un remate de cabeza de delantero nato y un lesionado por los extremeños, Álex Alegría.

A esas alturas de la película la Gimnástica ya era líder después de los empates del Sanse, consumado el sábado, y el momentáneo del Numancia en Guadalajara. Y la Gimnástica ya mandaba con solvencia el partido, sin dejar al Badajoz reaccionar y con el conjunto pacense pensando que el tren de la Segunda RFEF se le marchaba.

El partido se iguala

Con el partido más igualado llegó una ocasión clara para Borrego que pudo prácticamente decidir el partido al filo del descanso. En una jugada algo atropellada y después de un rechace el balón quedó franco para el salmantino que no encontró portería con su disparo y obligó a lucirse al guardameta visitante. Quien sí aprovechó su opción fue el Badajoz, por mediación de Sandro, que hizo bueno un envío que recibió entre los dos centrales gimnásticos para encarar a Carmona y poner las tablas en el marcador.

Tenía pinta que la segunda parte iba a ser la de los nervios. Con los segovianos acechando el liderato y los pacenses con el agua al cuello. Ramsés Gil, fiel a su planteamiento, movió el banquillo en torno al minuto 65 para refrescar a sus huestes. Plomer y Merencio ingresaron al verde en detrimento de Manu y Astray. Pareció afectar más el vértigo por no bajar a los pacenses que se vieron a merced de los gimnásticos que se volcaron en la portería de Narváez.

El partido podía haberse decantado del lado local casi de cualquier manera, pero fue de penalti. Segovia, ex jugador del CD Badajoz, anotó el tanto de la victoria y los cerca de 1.800 espectadores que poblaron las gradas de La Albuera enloquecieron.  Hugo Marcos y Abel entraron al juego por Molina y Borrego y el partido fue muriendo sin prisa pero sin pausa, con la algarabía de los locales que abrazan, como mínimo, la Fase de Ascenso y que sueñan – porque soñar es gratis – con el ascenso directo. Quedan cuatro partidos, dos en casa y dos fuera, con rivales de todos los tipos: descendidos como el Montijo, en apuros como el Llerenense y que se juegan la Fase de Ascenso como El Paso y el Illescas. Menudo mes de competición.