El Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia Titirimundi 2010 ha terminado su edición número 24 con un balance de un 90% de entradas vendidas y 53.526 espectadores, que han podido disfrutar de 187 funciones en Segovia capital a lo largo de 7 intensos días. Unas cifras muy satisfactorias que se han logrado a pesar del mal tiempo y de los recortes en el programa (dos de las jornadas han carecido de montajes en la calle), gracias al entusiasmo mostrado por el público y a la capacidad de respuesta del Festival para salvar las dificultades.
Titirimundi 2010, que se ha caracterizado por realizarse con un recorte presupuestario más que importante y una cantidad que ni siquiera ha llegado a los 400.000 € (exactamente 392.025 €), ha mostrado en la ciudad de Segovia a 32 compañías de 12 países distintos (Bulgaria, Francia, Italia, República Checa, Bélgica, Dinamarca, Reino Unido, Finlandia, Brasil, China e Israel, además de las españolas). En su extensión en Castilla y León Titirimundi ha llegado en este año a 8 ciudades (Valladolid, Ávila, Salamanca, Urueña, Zamora, Villamayor y Toro) en las que 22 compañías han exhibido su talento. En Madrid, Titirimundi ha formado parte por primera vez de la programación del Festival de Otoño en Primavera y en la comunidad madrileña 15 localidades se han unido a la fiesta de los títeres, donde 13 compañías han desembarcado para mostrar un fragmento del festival. Además, Titirimundi ha llegado a Guarda (Portugal) y Benicasim (Castellón).
Desde el 7 hasta el 13 de mayo, 187 funciones (se han podido ver en 9 espacios cubiertos (iglesias y teatros), 6 patios, con la mitad de funciones de patio y 8 ubicaciones de calle, además de los 8 barrios incorporados (uno más que en la pasada edición), el Bar Santana y otros lugares especiales. Una edición en la que por segunda vez se ha vendido un 60% del porcentaje de las entradas en patios a través de Internet y en la que la venta anticipada de algunos espectáculos de interior se ha terminado en apenas 2 horas, como Obludárium.
Éxito en los espacios de interior y un lleno absoluto en los patios
10.976 han sido los espectadores que asistieron a los montajes presentados en los espacios de interior, como Sala Caja Segovia, San Nicolás, Convento Santa Cruz la Real, Teatro Juan Bravo, San Juan de los Caballeros, Museo Esteban Vicente, La Alhóndiga, Sala Cabaret y la carpa montada en la Plaza de toros de San Lorenzo, frente a los 13.099 espectadores de la edición de 2009.
7.600 localidades se vendieron para poder ver los espectáculos de los patios y asistir a montajes como El Circo de las Pulgas, Un petit bal de Les Zanimos Pulcinella de Bruno Leone, Cuentos asquerosos para niños poco escrupulosos de Alto Teatro o la obra de Teloncillo Otto.
Además, 4.000 pequeños espectadores participaron en las 14 funciones de Titiricole, que completaron el aforo del Patio del Conde Alpuente. La campaña escolar, por otra parte, llegó a 4.100 niños.
Respecto a los espectáculos de calle, 34.950 espectadores invadieron la Plaza de San Martín, el Azoguejo, San Clemente, La Trinidad, San Justo, la Biblioteca, la Travesía del Patín y la Plaza Mayor, la calle Real y los barrios incorporados a Titirimundi. Un Titirimundi marcado por las fuertes lluvias que ya inauguraban el festival el pasado viernes 7 de mayo, pronosticando un festival pasado literalmente por agua. De hecho el 15% de las actuaciones programadas en la calle tuvieron que ser anuladas a causa de la lluvia torrencial e incesante. Aun así, gracias al esfuerzo del equipo del festival, a la rápida capacidad de reacción y a una previsión de un plan B debido a la climatología adversa, se facilitó que algunos de los espectáculos que en un principio hubieran tenido que cancelarse fueran trasladados a espacios alternativos, como La Alhóndiga, San Nicolás o San Juan de los Caballeros.
Un público que supo responder con entusiasmo
Un Titirimundi ampliamente respaldado por su público que, como cada año, supo responder con entusiasmo a pesar de las inclemencias meteorológicas, acudiendo masivamente a los espectáculos de calle y a los patios incluso con paraguas o asistiendo en los soportales de Fernández Ladreda y la Plaza Mayor a los montajes que tendrían que haberse desarrollado fuera. Un ejemplo fue el lleno absoluto del último día en la compleja pieza de D’irque et Fien en San Juan de los Caballeros, que hubo de ser trasladado desde la Plaza Mayor, dadas las previsiones de lluvia, o Les Zanimos, que fuera de programa, actuó también a las 18h. en San Nicolás, con todas las entradas vendidas.
El Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia Titirimundi, que se prepara ya para su 25 aniversario, ha cumplido sus 24 años de existencia, consolidándose como un festival único en el mundo donde se dan cita los mejores titiriteros. Este año, además, y por segunda vez, se ha propiciado la vertiente didáctica del Festival con el desarrollo del taller de talla de títeres en la Casa de los Picos, a cargo del tallista Chris Geris, de Plansjet. A estas clases prácticas de construcción de títeres de madera han asistido una decena de alumnos de la Casa de los Picos, profesionales y titiriteros, que han disfrutado de la maestría del belga y han podido crear un títere en el tiempo récord de una semana.
Además, se repartieron 50.000 programas de mano y 5.000 ejemplares de la revista informativa del Festival. Renfe, como patrocinador del festival, emitió un vídeo promocional de Titirimundi en cada uno de sus trenes de los trayectos de Madrid al norte de España, así como en su web corporativa, que recibe 5 millones de visitas al mes. Asimismo, 3.000 gorras de Renfe y 30.000 piruletas de Titirimundi-Tierra de Sabor se distribuyeron entre los niños.
Pero Titirimundi 2010 no sólo se ha caracterizado por las acusadas inclemencias del tiempo, sino por la contemporaneidad de algunas de las propuestas presentadas, reflejada en la visión conceptual y la precisión de los finlandeses Walo & Hakkarainen, los oscuros títeres de Point Zero, los deslenguados El Espejo Negro, el humor absurdo de Mireille & Mathieu, el lenguaje tradicional de sombras chinescas, la impactante escenografía de la casa de Sofie Krog o la imaginación desbordante de Bakélite, uno de los espectáculos más queridos por los espectadores en esta edición, junto con Obludárium. Títeres que han surgido con delicadeza de la oscuridad del escenario, iluminando esa parte más íntima que nos hace humanos, títeres realizados con peluches, perchas, dedos, “carne de títeres”, títeres de papel, pulgas amaestradas que son capaces de hacer equilibrismo, han formado parte de una edición en la que la presencia privilegiada del Teatro de los Hermanos Forman, con su magistral circo de monstruos, ha sumergido al público en un sueño del que resultará difícil despertar para regresar a la rutina.