Así lo afirman los responsables de turismo rural, quienes están molestos porque, según ellos, «la manera en la que actualmente se regula y controla el vertido de purínes, está perjudicando al sector del turismo rural, no solo por los frecuentes y malos olores que generan en el aire, sino que además, intoxica nuestras tierras y envenena nuestros acuíferos», así lo afirman y, consideran,»hace muy difícil el asentamiento de población en el medio rural».
Ahora, la Junta de Castilla y León ha sacado a información pública un proyecto de Decreto para regular la gestión y vertido de los purínes hasta el próximo día 5 de Diciembre. En este sentido, la Asociación de Turismo Rural y Activo, a través de un comunicado, aboga por una búsqueda de soluciones entre las administraciones públicas y los sectores implicados y afectados, sin que, insisten, «hasta la fecha haya sido posible». En cuanto a la gestión de los residuos en general y de los purines en particular, la propuesta del colectivo de empresarios de turismo rural, a través de su presidente, es «hacerlo a través de biodigestores y plantas de cogeneración ya que es la manera más adecuada y respetuosa con el medioambiente».
Las ALEGACIONES presentadas por la Asociación son 6 y van dirigidas:
1- A controlar los días de «vertido» «de purines y prohibirlo» «en viernes, sábados, domingos, festivos y sus vísperas, así como durante los días de conmemoración de las fiestas patronales del municipio o núcleo de población, romerías y similares».
2- A «mantener las distancias adecuadas» de las tierras de vertido de los purines, a los núcleos urbanos y de población, a las carreteras y caminos, a las instalaciones deportivas, sociales y asistenciales y a los alojamientos y actividades de turismo que estén en el medio rural.
3- A «que los purines» vertidos en tierras, «se tapen en un plazo máximo de 24 horas».
4- A «que se primen otros tipos de gestión de los purines» como los «biodigestores y plantas de cogeneración».
5- A «que las nuevas balsas» de los purines que se autoricen, «se reduzcan su superficie» «laminar» y se aumente su profundidad.
6- A «que todas las balsas de purines», viejas o nuevas, «se cubran» con un material adecuado que las proteja y para que el líquido-purín no sea agitado por el viento, «evitando las emisiones difusas de malos olores de las balsas al aire».