El alcalde de Segovia y ex consejero de Caja Segovia, Pedro Arahuetes, consideró hoy los despidos de los más de 6.000 trabajadores de Bankia como “una estafa” y una “vergüenza”, y reprendió al recién desaparecido Consejo de Administración de Caja Segovia que no hayan reclamado la nulidad del proceso de integración.
Durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local, el regidor municipal manifestó no entender cómo la entidad segoviana no activó los mecanismos necesarios para detener una integración con Bankia que tildó de fracaso “porque nos engañaron”. En este sentido, Arahuetes explicó que la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri no cumplió tres de las condiciones básicas durante el proceso tales como garantizar el puesto de trabajo a los empleados, respetar la Obra Social y Cultural, así como mantener el nombre de Caja Segovia. Por este motivo, manifestó no entender cómo no actuaron en el caso el Ministerio Fiscal, la Comisión Nacional del Mercado de Valores o el Congreso de los Diputados, pero sobretodo Caja Segovia como principal afectada.
“Después todo el mundo se ha ido con las manos llenas y ya nadie quiere saber absolutamente nada”, señaló Arahuetes para referirse a los 30 millones de euros anuales, que supuestamente manejaba la entidad. Por este motivo, se preguntó el paradero de los mismos, y el por qué el ex presidente de Caja Segovia, Atilano Soto, mantenía la buena posición de la caja. “Cómo se puede pasar de ser el número uno de España como decía Atilano Soto a estar en tercera preferente regional”, aseveró.
Para finalizar y ante las advertencias a las que Caja Segovia fue sometida y que abogaban por su integración con otras cajas o bancos para subsistir, Arahuetes se refirió señalando que “sería mejor desaparecer desaparecer con lo nuestro porque al final se han llevado lo que teníamos y encima hemos desaparecido”.