Caja Segovia reclamará a los últimos directivos del Consejo de Administración las cantidades “excesivas” de sus indemnizaciones para hacer frente a la deuda de la entidad. Así lo aseguró el presidente de Caja Segovia, Rafael Encinas, quien esperó que alguien pueda reconsiderar su postura “entre lo que debería de ser lo razonable entre un salario o una indemnización y lo que parece excesivo”, que alcanzarían los 32’2 millones de euros entre los doce anteriores directivos.
Acompañado del director general de Caja Segovia, Fernando Tapias, el presidente compareció ante los medios para explicar que la entidad trabaja “dando la vuelta a muchos papeles” con el fin de poder estudiar otras vías para reclamar esas cantidades aprobadas en actas anteriores. Aunque sin una estrategia establecida, no se contemplan por el momento acciones judiciales contra ellos, porque, como afirmó Encinas desde la entidad se facilitó tanto a la Audiencia Nacional como al Juzgado de Instrucción nº2 de Segovia, toda la información.
A espera de obtener nuevos ingresos, Caja Segovia planteó en el Consejo de Administración celebrado esta misma tarde una serie de acciones para atender a las obligaciones a las que se está viendo sometida y que pasan por una “reorganización de la plantilla” en donde se prescindiría de un 50 por ciento de los empleados de Caja Segovia. En la actualidad, explicó Encinas, existen 16 trabajadores en donde se incluye el director de la entidad, Fernando Tapias, así como otros cinco puestos que la entidad perdió “por la torpeza de alguien” que no los incluyó en el traspaso a Bankia.
Éstos puestos dependerán de los ingresos que generen las actividades puestas en marcha para la obtención de recursos como posibles alquileres o explotación de inmuebles. “Si somos capaces de mantener un nivel de ingresos aceptable y reducimos la actividad, adecuaremos la plantilla a eso, si no hay ingresos sobra el 100 por cien de la plantilla a largo plazo”, señaló Tapias.
Además, de parar la actividad relacionada con la Obra Social y Cultural a partir del 31 de diciembre de este año, la entidad no descarta abandonar la actual sede central que comparte con Bankia para desplazarse a otros espacios como el ubicado en la Plaza de San Facundo, en el Torreón de Lozoya o en el Palacio de Mansilla.
Para finalizar, Encinas que reconoció la “difícil” situación de la entidad, pidió a los anteriores directivos que devuelvan dichas cantidades “argumentando cierta solidaridad y sentido común”, aunque en todo caso admitió que “nos da cierta tranquilidad que el caso esté en mano de los jueces”.
Falta de calor con Bankia
A pesar de la visita del presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, a Caja Segovia el pasado 27 de septiembre, Encinas consideró una “falta de calor” con Bankia. Para fomentar un marco de colaboración en el ámbito de la responsabilidad social corporativa, se reunirán con la entidad para desarrollar proyectos conjuntos que beneficien a ambas entidades, y en especial a la provincia de Segovia.
Asimismo buscarán recursos que que pongan en valor el uso de la marca Caja Segovia y habrá que cerrar “flecos” del contrato de integración como los inmuebles de uso común con la sede central, o el cobro de algún contrato de alquiler de algunos edificios que usa Bankia propiedad de la caja. En el mismo sentido, Encinas destacó el activo de las obras de arte que decoran las oficinas de la entidad que preside Goirigolzarri en Segovia, Madrid y Valladolid.