Las obras de la plataforma de la Línea de Alta Velocidad Valladolid-Palencia-León están casi finalizadas, lo que permitirá al Ministerio de Fomento iniciar en breve el montaje de vías y, a continuación, la instalación de los sistemas de electrificación, seguridad y comunicaciones. Ahora mismo, un vehículo podría ya recorrer la calzada, a modo de autovía, del AVE entre la capital del Pisuerga y la leonesa, salvo por las obras del nudo ferroviario de Venta de Baños y del tramo Onzonilla-Palanquinos, cercano a la ciudad de León.

Fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) indicaron que la capa de subbalasto –piedra triturada- está prácticamente extendida entre la salida de Valladolid (Túnel Urbano-Nudo Norte) y la ciudad de León. De esta forma, la construcción de la plataforma de 162 kilómetros y 14 metros de anchura esta prácticamente rematada, salvo por las obras que se acometen en la playa de vías de la estación de Venta de Baños, donde la ejecución de la obra supera el 90 por ciento.

Más avanzados se encuentran los trabajos entre Palaquinos y Onzonilla, con un grado de ejecución del 97,8 por ciento. Actualmente, están trabajando unas 914 personas en la obra del AVE que dará continuidad al corredor norte-noroeste desde Valladolid a León para que en un futuro la Variante de Pajares de paso a la alta velocidad a Asturias a través de la Cordillera Cantábrica. De esta forma, Fomento está ultimando los trabajos en la plataforma que ya dibuja la forma de una infraestructura de 34 viaductos, de poca altura pero de bastante longitud, ocho pérgolas (1.217 metros), dos túneles y ocho pasos superiores.

Asimismo, las empresas constructoras ya han realizado todas las pruebas de carga de estos elementos a los que se sumarán los del tramo Palanquinos-Onzonilla, cercano a la capital leonesa, de 13,4 kilómetros. Incluye tres viaductos y una pérgola de 606 metros, la estructura más cara de todo el recorrido, con un total de 425 pilas.

 

Cuatro años de obras

Con los últimos remates de la plataforma, se pondrá fin a unas obras, presupuestadas en 725,7 millones, que se planificaron a finales de 2006 y que comenzaron en la primavera de 2008 en la zona del río Cea y Bercianos del Real Camino, aunque los últimos tramos, los centrales de la línea, no se adjudicaron hasta septiembre de 2009. De media, unos 3.000 trabajadores han participado en la construcción de esta línea, diseñada para doble vía electrificada en ancho internacional o UIC, lo que permitirá a los trenes alcanzar una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora. El sistema de control del tráfico será ERTMS y el de comunicaciones móviles GSMR. 

Pese a no encontrar grandes obstáculo dada la llanura del terreno, la mala calidad de los suelos arcillosos que recorre la línea provocaron varios quebraderos de cabeza para los técnicos, sobre todo, en el denominado túnel de Peña Rayada, de dos kilómetros de longitud, que sufrió varios derrumbes. Hasta el momento, el Ministerio ha mantenido la fecha de apertura de la línea, finales de este año, aunque ésta podría precisarse más con la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2012, dado el escenario de ajustes y de reducción de la inversión pública.

 

Triángulo de 24 kilómetros

Por tanto, los trabajos concluirán en las próximas semanas en el nudo de Venta de Baños (Palencia), un ‘triangulo’ ferroviario de 24 kilómetros, único en España, que permitirá todos los tráficos entre Valladolid, Palencia y Burgos, siendo la obra más costosa de la línea. Los tres lados de la infraestructura ya están listos, es decir, el túnel artificial de 500 metros y los cuatro viaductos sobre la Autovía de Castilla (A-62), el Pisuerga y la línea convencional Madrid-Hendaya.

De esta forma, la localidad de Venta de Baños mantendrá su tradición ferroviaria ya que acogerá una estación de alta velocidad para posibilitar las comunicaciones en un punto de confluencia de tres corredores de alta velocidad, que parten desde aquí a Asturias, Cantabria y el País Vasco. Este subtramo de 16 kilómetros incluye 7,8 kilómetros de la línea Valladolid-Burgos; 6,9 kilómetros del ramal Valladolid-Palencia y 1,3 del Palencia-Burgos.

Conectará cuatro vías de alta velocidad –dos corredores- en una zona con construcciones urbanas e industriales, así como con un pequeño pantano en el Pisuerga. Esta infraestructura, además de desdoblar la circulación hacia Palencia y Burgos, conectarán estas dos ciudades, lo que posibilitará que el AVE circule entre la capital burgalesa y la leonesa. Además, se remodelará la playa de vías de la estación, así como la terminal, para dar cabida a los nuevos raíles sobre los que circulará el TAV. En total, se invertirán 116,7 millones.

 

Montaje de vías 

Con la plataforma a punto de estar concluida, Fomento podría iniciar en breve el montaje de vía desde un punto equidistante a los dos extremos de la traza, la localidad palentina de Villada. En el primer semestre de 2011 se adjudicaron cinco contratos por valor de 100 millones para la adquisición de los tres elementos fundamentales de esta segunda fase constructiva: el carril, las traviesas y el balasto. En concreto, se adquirieron unas 410.000 traviesas de hormigón, la mayoría monobloque, aunque también algunas polivalentes. También, se ha adquirido los 1,3 millones de toneladas de balasto sobre los que se asientan y los carriles.

Tras la construcción de la plataforma, se iniciará el tendido del balasto final. Una de las áreas centrales de construcción de la línea será la zona de Villada. En este punto se ubicarán el Puesto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes (PAET), con cuatro vías, así como la base de montaje. Esta planta, visible por sus puentes, estará conectada con la línea convencional de ferrocarril para poder surtir a las obras de los raíles y traviesas necesarias para la ejecución de los trabajos. Ésta, junto con contra área, que se ubicará en Venta de Baños, serán los puntos de acopio y distribución de material.

Precisamente, desde estas dos bases se distribuirán los raíles en trozos de 360 metros, compuestos por otros de 18 metros, mediante trenes que circularán por la plataforma del AVE pero sobre una vía auxiliar, que una vez rematada la obra se levantará. Ésta discurre por el área central y permite dejar a cada lado los raíles y traviesas, así como los postes que sujetarán la catenaria. 

Finalmente, se acometerá la fase de superestructura (electrificación y montaje de instalaciones de seguridad y comunicaciones), que se ha contratado mediante el sistema de colaboración público-privado. Parte de este material ha sido adquirido y se está a la espera de su montaje una vez que se coloquen el resto de elemento. Con toda la obra finalizada, el tren de alta velocidad unirá León con Valladolid en menos de una hora y la capital leonesa y Madrid en algo menos de 120 minutos.

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