El paro de una hora convocado hoy por 19 colectivos empresariales de Castilla y León en protesta contra el denominado ‘céntimo sanitario’ tuvo un seguimiento desigual, ya que en provincias como Burgos, León, Palencia y Zamora la mayoría de los taxistas pararon entre las 11 y las 12 horas, y muchas estaciones de servicio dejaron de suministrar carburante, mientras que en otras como Valladolid, Segovia y Salamanca la mayor parte de las gasolineras, taxistas, transportistas y repartidores siguieron trabajando con normalidad.
Desde la Federación de Castilla y León de Asociaciones de Estaciones de Servicio estimaron que entre un 60 y 70 por ciento de las gasolineras de la Comunidad cerraron durante esa hora, mientras que la Federación de Asociaciones Provinciales de Transportes de Mercancías por Carretera calculó que entre un 60 y 80 por ciento de los conductores de vehículos de la Comunidad pararon mientras hacían sus rutas. En cuanto a los taxistas, hubo grandes diferencias, con provincias donde la práctica totalidad dejó de trabajar y otras en las que apenas se notó.
El epicentro de la protesta se situó en la sede de las Cortes regionales en Valladolid, donde una treintena de taxistas cortó durante casi una hora el acceso al aparcamiento mientras hacían sonar sus cláxones y mostraban en sus vehículos carteles en los que podía leerse el lema ‘Centimazo sanitario NO’.
Los representantes de los taxistas, los transportistas y los dueños de estaciones de servicio coincidieron en criticar con dureza la subida del impuesto sobre la venta minorista de hidrocarburos de 4,5 céntimos euros por litro de combustible desde el 1 de marzo para financiar la sanidad y pidieron a la Junta que “recapacite”.
Coincidiendo con la protesta, entregaron en el registro del Parlamento autonómico un estudio que señala que este año la Junta va a recaudar 46 millones de euros menos que en 2011 por el “efecto frontera”, es decir, porque muchos conductores y empresas de transporte optarán por ir a las gasolineras de otras comunidades autónomas.
El secretario de la Federación de Asociaciones Provinciales de Transportes de Mercancías por Carretera de Castilla y León (Fetracal), Miguel Olmos, aseguró que esta medida les va a llevar “a la ruina” ya que les deja en “franca desventaja” respecto a otras regiones como La Rioja, Aragón o el País Vasco, donde no se aplica el ‘céntimo sanitario’. Asimismo, señaló que Castilla y León es una zona de tránsito internacional, sobre todo de portugueses, y que este encarecimiento de los hidrocarburos puede reducir mucho ese transporte de mercancías.
También el presidente de Radio Taxi Valladolid, Roberto Merino, aseguró que “el perjuicio puede ser tremendamente elevado porque Castilla y León es una comunidad de paso y las grandes flotas de transporte van a dejar de repostar aquí”. En su caso, indicó que no creen que suban las tarifas de los taxis porque cambiarlas implica un largo proceso administrativo. “Al final, pasará como con la subida del IVA, que la asumiremos nosotros”, concluyó.
“A nosotros nos va a repercutir bastante porque el que pueda se irá a otras comunidades a repostar, pero creo que los que más lo van a notar son las personas de a pie que tienen que desplazarse todos los días para trabajar”, declaró por su parte el presidente de la Federación de Castilla y León de Asociaciones de Estaciones de Servicio (Fereclaes), Horacio Sansegundo, quien se mostró convencido de que este encarecimiento “a los que más afectará será a las clases más bajas”.
Los convocantes de la protesta recibieron el apoyo del Grupo Parlamentario Socialista, cuyo secretario general, José Francisco Martín, consideró que este paro es “otra prueba de la alarma que genera la Ley de Medidas Tributarias”. Martín reiteró sus críticas a “un impuesto indirecto que va a perjudicar a todos los ciudadanos” y que “va a ser la puntilla para determinados sectores, como el del transporte”, además de reducir el dinero que recauda Castilla y León por la fuga a otras comunidades para repostar.
Apoyos
En Burgos y en León la mayoría de los taxistas se sumó a la protesta. Más de 160 miembros de la Asociación Burgalesa del Taxi, que integra a gran parte de los vehículos de la capital, cesaron su actividad de 11 a 12 horas porque creen que la aplicación de la medida “perjudicará seriamente” al sector ya que los taxistas “ganaran si cabe menos de lo que vienen haciendo ahora”. Durante la parada, que se efectuó en el entorno de la Plaza de Toros y el campo de fútbol, no realizaron servicios ni en Radiotaxi se atendieron llamadas, lo que provocó que se formaron colas de clientes en gran parte de las paradas.
En León, casi un centenar de taxistas y empresarios del sector del transporte se concentraron junto a la delegación territorial de la Junta para mostrar su “total desacuerdo” contra la implantación del ‘céntimo sanitario’. Las paradas de taxi de la ciudad permanecieron vacías durante la hora que duró el paro, mientras que las gasolineras no secundaron la protesta y siguieron sirviendo combustible.
El presidente de la Asociación Provincial de Autotaxi, Miguel Ángel Matilla, consideró que esta subida del impuesto de hidrocarburos les va a “perjudicar gravemente” y lamentó que, al final, “lo único” que les quedará es “aumentar las tarifas” y van a ser “los usuarios” los que carguen con este encarecimiento.
Por su parte, el presidente de la Asociación Leonesa de Empresarios del Transporte (Altradime), Pablo Lorenzo, subrayó que esta medida “va a destruir muchos puestos de trabajo” y, por ello, pidió a la Junta que “recapacite” y muestre “un poco de cordura” porque “el gasóleo es el nuestro pan de cada día y lo necesitamos para poder circular”. Lorenzo apuntó que la reducción de puestos de trabajo en el sector del transporte, que emplea de forma directa a 6.500 personas en la provincia, será de entre un 15 y un 20 por ciento.
En Palencia, las principales gasolineras de la ciudad dejaron de suministrar carburante durante esa hora, por lo que muchos ciudadanos que se acercaron hasta las instalaciones para repostar tuvieron que esperar hasta el mediodía para poder hacerlo. También el colectivo de taxistas secundó el paro, si bien en este caso se mantuvieron algunos servicios mínimos, según explicaron algunos profesionales del sector. Además, muchos transportistas palentinos pararon también en sus recorridos en diversos puntos en señal de protesta por la nueva medida, informaron desde la Asociación Empresarial Palentina de Transportes (Aempatra).
La Asociación Empresarial de Transportistas de Mercancías Discrecionales de Zamora (Astramdiza) estimó en un 60 por ciento el seguimiento global de los transportistas zamoranos del paro (de las más de 400 autorizaciones de transporte existentes, unos 250 titulares lo secundaron). “Ha parado en torno al 60 por ciento, pero no tanto por la propia convocatoria en sí como por la falta de trabajo”, explicó la secretaria de Astramdiza, Pilar Velasco, quien añadió que algunos transportistas se detuvieron en ruta y en el Centro de Transportes había unos 25 camiones que todavía no habían salido.
El seguimiento fue mayor, de en torno al 90 por ciento, entre los taxistas aunque, según indicó Velasco, “se recibieron solamente dos llamadas de 11 a 12, así que tampoco se ha notado en exceso porque apenas ha habido trabajo”.
Por lo que se refiere a las estaciones de servicio de Zamora, se estima que “menos de la mitad” de las 54 de la provincia secundaron la convocatoria. “El paro estaba enfocado a que el sector del transporte se concentrara en las estaciones de servicio. No era un paro como tal de las estaciones de servicio, sino un punto de encuentro en el que nosotros acompañábamos”, precisó el secretario de la Asociación de Estaciones de Servicio de Zamora, Luis Montero, quien reconoció que “la repercusión no ha sido como se esperaba, pero tampoco ha estado mal”.
Por otra parte, alrededor del 50 por ciento de los transportistas de Soria secundaron el paro. El presidente de la Agrupación de Transportistas Sorianos, José Andrés Carrasco, subrayó que el nuevo impuesto supone “la puntilla a la ruina que vive el sector”. Los taxistas de la capital también se sumaron a la protesta y pararon de 11 a 12 horas garantizando los servicios mínimos, además de colocar en algunos de sus vehículos pegatinas en contra del ‘centimazo sanitario’. El presidente de la Asociación de Taxistas, José Luis García, avanzó que prevén convocar una asamblea para analizar si suben las tarifas, aunque consideró que “los tiempos no están para repercutir la subida a los clientes”.
En Ávila, alrededor de una treintena de taxis se concentró a las 11 horas en la Plaza de Santa Ana de la capital para mostrar su rechazo a la medida de la Junta. El presidente de la Asociación Abulense de Empresarios de Auto-taxis y Auto-turismos, José Luis Herrero, explicó que la protesta fue secundada por la mayoría del colectivo, aunque no supuso mayores problemas puesto que a esa hora no suele haber demasiados servicios.
Por otra parte, tan sólo «tres o cuatro» gasolineras de la provincia suspendieron la venta de carburante, según informó el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio, José Manuel Terceño, quien achacó la escasa respuesta a lo precipitado de la convocatoria que, en su opinión, no ha dejado margen para poder acordar una decisión conjunta.
Menos seguimiento
En la capital vallisoletana, más allá de la concentración en las Cortes, el paro apenas se notó. Las principales gasolineras no cerraron sus puertas, mientras que en paradas de taxis tan emblemáticas como las estaciones de autobuses y de trenes el servicio funcionó con normalidad. “Bastante mal está ya la cosa como para encima parar”, comentó un taxista.
En Segovia tampoco secundaron la protesta contra el ‘céntimo sanitario’ ni los taxistas ni los dueños de las estaciones de servicio, mientras que en Salamanca la repercusión de la movilización fue prácticamente nula, ya que junto a la Delegación Territorial de la Junta solo se dio cita un taxista de La Alberca, Manuel Ángel Martín, quien esperó desde las 11, la hora prevista para el corte de la Gran Vía, a que se iniciara la convocatoria sin ningún éxito. Solo un compañero le acompañó durante unos minutos y al comprobar que nadie más se acercaba hasta el lugar volvió a su trabajo. Martín se mostró “perplejo” por la situación, ya que aseguró que el ‘céntimo sanitario’ provocará una “situación insostenible” para los taxistas, sobre todo para los que trabajan en el medio rural.
Al parecer, esta situación obedece a un malentendido por parte de la asociación de transportistas de Salamanca (Astasa) y la de taxistas (AutoTaxi), quienes tras comunicar su intención de manifestarse con varios vehículos en este punto a la Subdelegación del Gobierno y no obtener respuesta interpretaron este silencio como una negativa. Sin embargo, no es necesaria una autorización expresa por parte de esta institución para realizar una concentración de este tipo.