Era un lugar con alma. Así lo describe el empresario que ultima los preparativos para abrir el emblemático Palomar de Brieva que echaba el cierre hace 17 años con esa sensación de ‘pérdida’ para una generación entera. Ahora, y de la mano del segoviano Víctor Pérez, las puertas de uno de los espacios más emblemáticos y queridos de la provincia de Segovia volverá a abrir, «con la misma esencia pero con propuestas nuevas».
Para muchos, El Palomar era ese reducto de paz donde daba la sensación de que el tiempo se dilataba. Visitar El Palomar era como disfrutar de unas vacaciones rurales al lado de casa, aunque fuera por unas horas: nos sacaba de la rutina y nos llevaba a un entorno que no encontrábamos en ningún otro sitio. El edificio era (es) espectacular y el perder un lugar así, con tanto carisma y tanto encanto, causó verdadera pena entre sus clientes, la mayoría fijos y de muchos años.
Por eso, la noticia de su reapertura ha sido recibida con ilusión por toda una generación de segovianos que recuerdan con cariño ese ambiente del que tanto disfrutaron. Tan ilusionante es su reapertura como triste fue su cierre hace casi dos décadas, ¡parece mentira! Aquel Palomar de Brieva enganchaba por su decoración cuidada al detalle, su música agradable y unas tortitas que quitaban el sentido. Bueno, tortitas, chocolate, zumos, batidos… su carta era especial. Pero sin duda era el espacio el que lo convertía en un lugar que todos los segovianos recordamos con cariño, especialmente aquella última planta decorada al estilo árabe donde podíamos pasar la tarde tranquilamente sin mirar el reloj.
Poco se ha desvelado aún sobre el nuevo proyecto: lo pone en marcha un segoviano, Víctor Pérez, que ha anunciado la reapertura de El Palomar en sus redes sociales. Pérez asegura que no se deja asustar por la situación de pandemia o inestabilidad que estamos viviendo y apuesta, en cambio, por confiar en uno mismo calificando la reapertura del espacio como «un proyecto ilusionante».