«El fruto de un sueño, de una pasión, de una amistad, será la fuente de múltiples sonrisas». Con esta frase de la contraetiqueta de C2C, los creadores de este proyecto comienzan un viaje que pasa por la elaboración de un vino solidario.
Alvaro Moreno, Jose Angel Matarranz e Ignacio Tapia son los padres de este proyecto, los mismos que unen su amistad a la de Ismael Gozalo copropietario de Ossian Vides y Vinos para tratar de dar forma a lo que ellos llaman «el sueño de aprender, de descubrir desde dentro, de participar en la elaboración de vinos con “Alma”. Alejarse del interés lucrativo y aspirar a la vez a convertirse en una fuente de financiación de proyectos solidarios, son sus claros objetivos.
Por todo esto nace, C2C. “Con 2 Caras” 2 caras, 2 vertientes, 2 proyectos uno enológico y otro solidario, que aunque van unidos son independientes ya que la aventura primero surgió con el objetivo de profundizar, de aprender, de empaparse del mundo del vino desde dentro, participando en su elaboración. Posteriormente y una vez que vimos que el vino tenía posibilidades creímos que la mejor manera de emplear los posibles beneficios que obtuviéramos con su venta podríamos destinarlos a alguna acción de carácter social.
Proyecto enológico
Todo comenzó como un juego, como una forma de poder adentrarse en los entresijos del mundo que tanto les fascinaba. Gracias a la amistad que les unía a Ismael Gozalo le convencieron para que nos cediera un pequeño espacio de su bodega y sobre todo de su tiempo y así es como arrancan en el verano del 2009 elaborando 4 barricas de verdejo provenientes de una viña en su primer año de producción, que normalmente suele coincidir con una de las mejores de toda vida de la cepa.
Poco a poco, se comienzan a ampliar horizontes y productos, por lo que deciden dirigirse a algunas de las mejores bodegas de la región y después de catar barricas en la Ribera del Duero, Vinos de la Tierra de Castilla y León, se decide por un vino de Toro, de la añada 2008, una añada complicada en la mayoría de las regiones con un verano seco pero de temperaturas suaves lo que provoco una lenta maduración y permitió la consecución de una añada excelente en esta región zamorana.
Para los blancos se decantan por la variedad reina en nuestra provincia como es la variedad Verdejo y sin duda por los viñedos segovianos de Nieva, Aldehuela del Codonal y Santiuste de San Juan Bautista donde se encuentran algunos de los mejores majuelos de toda la D.O. Rueda, con la máxima altitud de la Denominación.
La elaboración de los vinos se lleva a cabo en una antigua bodega, hoy restaurada como sala de crianza por Ossian Vides y Vinos (sin cuya colaboración este proyecto sería inviable), que en su momento era parte integrante del Antiguo Monasterio de El Parral. Una elaboración artesanal que ronda la idea de no intervenir en exceso en el proceso de elaboración del vino, emplear medios tradicionales de vinificación y en ningún caso utilizar productos químicos para mejorar las cualidades visuales y organolécticas del vino.
Se realizan microvinificaciones empleando pequeños depósitos de acero inoxidable de 250, 500 y 1.000 litros y barricas usadas (de 2 a 4 vinos) de roble francés con capacidades de 228 y 500 litros, lo que nos permite que cada partida, cada majuelo se vinifique por separado.
Ellos mismos se encargan de definir su producto «Buscamos vinos naturales, con personalidad, fáciles de beber, con Alma, que sean capaces de transmitir las características propias de la uva y el terruño que les dio la vida».
Proyecto Solidario
En primer lugar y tras constituirse como Asociación Sin Ánimo de Lucro, (que no ONG), es necesario definir la labor que llevan a cabo: una pequeña y humilde bodega que destinará íntegramente todos los beneficios obtenidos de la venta de los vinos que elabora a causas y proyectos solidarios. «Queremos que quien compre una botella de C2C lo haga por la calidad de la misma, por el disfrute que le pueda aportar y no como una simple aportación o donación a una causa social. Nuestros vinos no van a ser una pequeña gratificación por una donación realizada. Volviendo al principio es un proyecto con dos caras, pero el proyecto solidario es consecuencia del enológico y no al contrario.»
La Asociación Enosolidaria Cien Sonrisas tiene dos objetivos básicos: el primero y fundamental es el empleo de todos los beneficios recaudados de la venta de nuestros vinos o de cualquier otra actividad enogastronómica desarrollada dentro del ámbito de nuestra asociación, en causas o proyectos solidarios.
El segundo objetivo de la Asociación es la realización de actividades relacionadas con el mundo del vino y de la gastronomía en general, tendentes a fomentar y difundir esta cultura. Aportar un pequeño granito de arena para promocionar la cultura, la historia, la tradición y la pasión que hay detrás de este mundo del vino.
Una actividad que mezcla la cultura, la alegría y la esperaza, y todo el sabor de un vino hecho desde el corazón y la solidaridad.