La fiesta de Santa Águeda que tuvo su principal escenario en el núcleo segoviano de Zamarrama sirvió para reivindicar, un año más, el papel femenino en la sociedad. Así lo indicaron las diferentes alcaldesas y mayordomas que participaron en la celebración, que se repite el fin de semana posterior al 5 de febrero y en el que se recuerda, con la toma del poder por parte de las mujeres, el papel que las féminas desempeñaron en la toma del Alcázar de Segovia durante la Reconquista, en época de Alfonso VI, ya que distrajeron a las tropas árabes mientras los hombres conseguían asaltar la fortaleza.

En total se dieron cita más de 2.000 personas en este barrio alto de la ciudad del Acueducto, donde la ausencia de la periodista Ángeles Caso, deslució la celebración. La también escritora ganadora de un premio Planeta no pudo acudir por problemas de salud, por lo que recogió su galardón como ‘Matahombres de Oro’, Ana D´atri, de la editorial Planeta. Por su parte, el presidente de Caja Segovia, Atilano Soto, acudió para recibir el galardón de ‘Ome Bueno y Leal’ concedido a la Obra Social y Cultural de la entidad financiera.

El punto más humorístico los puso el presentador de televisión Javier Coronas que fue el encargado de leer el pregón de la fiesta. En su alocución, que comenzó invitando al público a responder con el ‘Hola don Pepito’, de los payasos televisivos, ironizó sobre sus experiencias con las mujeres.

 

Tradiciones

La fiesta, en la que tradicionalmente se dice que el mando lo toman las mujeres, arrancó hace varios días con la entrega del bastón de mando del alcalde de la ciudad a las alcaldesas de Zamarrama, cargos que este año ostentaron Margarita Cygan y Milagros Torres. Ambas recordaron que esta celebración, declarada de Interés Turístico Nacional y con 800 años de historia, simboliza “la igualdad de género y la fuerza que puede tener la unión de hombres y mujeres en la defensa de Segovia y de su patrimonio”.

La fiesta cuenta con gran arraigo en toda la provincia, donde las mujeres visten los trajes típicos de segoviana, y se ambienta con música de dulzaina y tamboril. Además, en Zamarramala es habitual en este día degustar la típica tajada de chorizo y el vino de cosecha, que se ofrece en los establecimientos al precio de cinco euros.

El programa de actos había comenzado con la procesión con la imagen de la Santa por las calles de Zamarramala, seguida de los juegos de banderas y escolta de alabardas arrebatadas a los sarracenos en la conquista del Alcázar, en la que participó un casado y un soltero del pueblo. Tras los bailes de las alcaldesas, se ofició la misa en honor a Santa Águeda.

Como novedad de este año, la fiesta de Santa Águeda quedó grabada en monedas conmemorativas para inmortalizar los actos que vienen celebrándose desde 1227, según la tradición. La Asociación de Amigos de la Casa de la Moneda, promotora de la iniciativa, puso en marcha un nuevo troquel encargado al grabador Juan José Sánchez Castaño que lo ha producido a buril siguiendo la técnica más antigua. Las monedas fueron acuñadas ante el público. Los actos finalizaron con la quema del pelele, un muñeco que simboliza el poder machista.

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