El exministro de Sanidad y primer secretario del PSC, Salvador Illa, cargó hoy contra los que quieren “nacionalizar” la campaña de las elecciones del 13 de febrero en Castilla y León o convertirlas en un “plebiscito”. Por el contrario, reivindicó la política del respeto en este caso a unos comicios en los que insistió se decidirá el futuro de la Comunidad y advirtió de que la “ansiedad por llegar a gobernar es mala”.

En el sexto día de la campaña de las elecciones del 13 de febrero, Illa compartió en Segovia un acto ante más de un centenar de personas con el candidato socialista a la Junta, Luis Tudanca, de quien destacó su “responsabilidad” y su sentido de la política “decente” durante la fase más dura de la pandemia del COVID-19, puesto que valoró que no jugara con la crisis sanitaria, pese a que había ganado las elecciones de 2019. “Se comportó con responsabilidad”, dijo.

En ese sentido, Illa abogó por la política de acuerdos “para unir”, en lugar de la que busca “confrontar para dividir”. “Yo quiero poner de moda los acuerdos y dejar obsoleta política de la confrontación que solo busca dividir”, afirmó, porque añadió que sabe “lo que esto ha costado en Cataluña”.

Para ello, Salvador Illa destacó la importancia del “respeto”, por ser la “base” para poder “hablar” y llegar a “acuerdos”. También recordó que uno de cada tres electores no han decidido qué van a votar el 13 de febrero y señaló que las elecciones no la pueden decidir “cuatro encuestadores”, sino los castellanos y leoneses poniendo una papeleta en las urnas “con libertad”. Por ello, rechazó que se den “las cosas por hecho”, cuando los que van a decidir son los ciudadanos.

También pidió respeto para los adversarios, tras trabajar con la exconsejera Verónica Casado, a quien vio llorar por la muerte de una compañera, y el exvicepresidente Francisco Igea, ambos de Ciudadanos, así como con el ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco. Por ello, aseguró que le impresionó que en el primero de los dos debates electorales, el celebrado este lunes, viera a dos personas que han sido socios “compitiendo” por ver quien estuvo más horas despierto. “Todos estábamos despiertos, todos queríamos salvar vidas”, dijo y valoró que Tudanca no entrara en esa “confrontación escénica”.

Además, criticó al PP por no tener sentido de estado por su negativa a apoyar la reforma laboral, al igual que ERC que pese a presentarse como un partido de izquierdas no respeta los acuerdos de trabajadores y empresarios.

Igualmente, Salvador Illa demandó respeto a todas las instituciones y abogó por la lealtad entre ellas, porque destacó esto era la coogobernanza, que permitió afrontar la desescalada en Castilla y León por zonas básicas de salud y no por provincias. Así, rechazó la técnica de “victimizarse siempre”, y de “echarle la culpa” al otro.

El político catalán puso en valor la transparencia, la limpieza y la dignidad, porque considero que el dinero público se administra con limpieza, transparencia y dignidad. Por ello, consideró que se pueden hacer muchos parques eólicos, pero apostilló que con “transparencia, limpieza y dignidad”, al igual que los procesos de primeras.

De esta forma, Salvador Illa aseguró que se abren tras esta elecciones un periodo de “cambio y esperanza” de la mano de los socialistas y Luis Tudanca. “Os dirán que no es posible, no les hagáis caso. Os dirán que no hay esperanza, no les hagáis caso, os dirán que no hay nada que hacer, eso me lo dicen a mí Cataluña, no es verdad, decidiréis vosotros”, sentenció.

Sanidad

El exministro aseguró que es el momento de apostar por la sanidad, pero desde el “diálogo” y no con el “ordeno y mando”. A su juicio se debe contar con los profesionales, las plataformas y los ayuntamientos. “¡Qué menos de tener un médico al menos una vez a la semana!”, dijo. “Hay que cuidar a los que nos cuidan”, dijo.

También el que fuera responsable de Sanidad señaló que es el momento de invertir en recursos y no de recortar. “Ya va siendo hora”, dijo, de que llegue el hospital que espera Segovia. “Menos hablar y más actuar”, apostilló.

También Illa defendió la apuesta por la Atención Primaria en una comunidad como Castilla y León y la apertura de los consultorios rurales, la mejor política a su juicio para evitar la despoblación, junto con la educación.