En silencio, cientos de personas han escuchado como El Acueducto transmitía un mensaje a los segovianos. Testigo de la historia, durante la representación, la voz en off que simulaba al Monumento ha recordado sus vivencias en la ciudad, cómo ha visto pasar los años, reyes y guerras, momentos felices, aquellos siglos en los que traía el agua hasta la capital, las décadas en las que los segovianos miraban hacia los arcos con indiferencia, cuando no cuidaban su estructura.

Agradeciendo el cariño y pidiendo respeto, el Acueducto se ha despedido y ha escuchado, emocionado, cómo la Orquesta Sinfónica de Segovia le entonaba el Cumpleaños Feliz

 

 

 

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