Alrededor de 800 ovejas merinas pasaron por debajo del Acueducto en la sexta edición de la Fiesta de la Trashumancia, ante la siempre atónita mirada de segovianos y visitantes. El bimilenario monumento romano forma parte de una cañada real, una parte de la historia de la provincia que la asociación Segolechal recuerda cada año.
El ganadero Andrés Martín fue el encargado de llevar su rebaño de ovejas desde el parque junto al cementerio del Santo Ángel de la Guarda hasta la plaza Oriental, y cruzar los arcos del Acueducto. La fiesta de la Trashumancia de Segovia consiguio un año más, la imagen que en pocos minutos, da la vuelta al mundo, ver cientos de ejemplares ovinos, como ocurría antaño, pasar junto al emblema de la ciudad.
La asociación Segolechal entregó también sus premios, conocidos como ‘Cencerros de oro’, a dos segovianos que triunfan en el mundo del cine y de la música. El actor, Luis Callejo, y la cantante Rebeca Jiménez. El toque tradicional corrió a cargo del grupo de danzas de la Villa de Cuéllar, que amenizó la espera a los espectadores, mientras los cocineros terminaron de dar el punto a la caldereta para 800 personas, con 450 kilos de carne. La recaudación por los tickets de la caldereta a cinco euros irá destinada a los proyectos de la ong Amref, en el continente africano.