El próximo 10 de junio a las 19.30 horas en el Alcázar de Segovia, el músico y director de orquesta Claudio Abbado recibirá el Premio Don Juan de Borbón de la Música 2010 por “ser uno de los grandes directores de nuestro tiempo, y por llevar manifestando, desde hace más de 30 años, su compromiso con los jóvenes músicos, creando para ellos nuevas orquestas que aúnan la excelencia artística y la proyección profesional”. Abbado, tras la entrega del premio y como agradecimiento, ofrecerá un breve concierto en la Sala de los Reyes del Alcázar. Allí dirigirá a la Orquesta Mozart, creada por él en 2004 en Bolonia y formada por instrumentistas de prestigio internacional, además de por 40 jóvenes músicos provenientes de toda Europa, que interpretará el concierto para violín y oboe en Do menor BWV 1060 de Johann Sebastia

Un galardón, dotado, en esta ocasión, con 30.000 euros y creado por la Fundación Don Juan de Borbón, que premia la máxima excelencia en el campo de la música y su contribución a la paz y al entendimiento entre los pueblos. El jurado del Premio Don Juan de Borbón de la Música 2010, que se dio a conocer el 15 de octubre, y que estuvo presidido por el consejero delegado del grupo 20 minutos España, Eduardo Díez-Hochleitner, y formado por Luis Suñén, Antonio Moral, Julia Gállego, Jesús Hernández, y Teresa Tardío, como secretaria, eligió esta candidatura, de entre las presentadas por 50 instituciones musicales de todo el mundo, por ser Abbado “uno de los grandes directores de orquesta de la historia, un director legendario tanto por su calidad intrínseca como por su compromiso con el arte de nuestro tiempo y su entrega a los jóvenes, uniendo a talentos jóvenes de Europa oriental y occidental”, según afirmó el jurado.

El premio Don Juan de Borbón de la Música fue creado hace cinco años, en el X aniversario de la fundación del mismo nombre, una institución que desde su nacimiento viene desarrollando una labor de excelencia por la cultura en Segovia y su provincia, con la intención de proyectar al mundo su excepcional patrimonio cultural.

Presidida honoríficamente por el Príncipe de Asturias, el premio se creó con el fin de honrar a una gran figura internacional que hubiese dedicado su vida a hacer de la música un bien común de la Humanidad y una energía impulsora de la belleza del alma humana. El trabajo de Claudio Abbado proporciona la idea de que la música transforma vidas. Ya en el periodo en que fue director musical del Teatro alla Scala, revolucionó la sociedad milanesa de entonces al programar conciertos para “trabajadores y estudiantes’, mezclando de forma natural a Beethoven con música contemporánea, y permitiendo el acceso al gran coliseo milanés a un público totalmente nuevo, todo ello gracias a una política de entradas especialmente baratas.

Su gran labor educadora no se ha detenido con el paso del tiempo, sino que queda reflejada en el fomento y en el amparo, a todos los niveles, a los nuevos músicos, un compromiso firme con los jóvenes que ha materializado, desde los años 70, en la creación de diferentes orquestas a lo largo de Europa y en la última década también en Venezuela y Cuba.

 

Para más información sobre Claudio Abbado, pueden descargarse el siguiente dossier:

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