La Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León impulsa el Plan de Calidad de Sacyl, que prevé mejoras en el proceso asistencial para evitar duplicidades de pruebas diagnósticas, reducir las estancias hospitalarias y los riesgos en el paciente, fundamentalmente los ligados a la infección, a la medicación o a los procedimientos. Así lo aseguró a Ical el director general de Planificación e Innovación, Rafael Sánchez, quien explicó que estas pretensiones se enmarcan dentro del objetivo principal de esta estrategia, que es “avanzar en la mejora de la calidad en el servicio de salud y potenciar la cultura y el conocimiento de seguridad”.

En este sentido, se mostró convencido en que este plan redundará en la mejora de la atención del paciente y en la eficiencia del sistema, “algo importante con los tiempos que corren”. El documento, anunciado en las Cortes por el consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado, se inició en febrero de este año y tiene de recorrido hasta 2015. Ha tenido como marco de referencia el III Plan de Salud regional, las líneas estratégicas y objetivas marcadas para esta legislatura, así como el propio Plan de Calidad del Sistema Nacional de Salud.

Sánchez destacó que está consensuado por todas las gerencias (Atención Primaria, Especializada y las de Salud de Área), que han colaborado de forma “muy directa”, pero también por todas las direcciones generales de la Consejería.

Rafael Sánchez insistió en que marca las líneas a desarrollar tanto en calidad como en seguridad del paciente, algo para lo que consta de doce áreas de actuación, que se dividen en 25 líneas estratégicas. Todas ellos contarán con unos indicadores a través de los cuales se desarrollará su evaluación y seguimiento.

Entre estas líneas, algunas son continuistas y otras novedosas. Así, fragmenta en dos apartados bien distintos. Por un lado, la calidad sanitaria, aspecto en el que Sánchez destacó que se seguirá abordando la gestión de la misma en Castilla y León, “por procesos” y en el marco del modelo que se utiliza actualmente, el FQM.

En el segundo capítulo, el de seguridad, subrayó una de las medidas, centrada en un programa que ya está en marcha. Se trata de la gestión de riesgos a través de un sistema de notificación de las incidencias sin daño y que surgen durante el proceso asistencial. “A esta medida la daremos continuidad, aunque se potenciará, porque no estaba desarrollado en todos los centros hospitalarios y en Atención Primaria. Le hemos dado un gran empujón en lo que va de año”, espetó.

Otra de las líneas en materia de seguridad son proyectos relacionados con neumonía y bacteriemia cero, una iniciativa que parte del Ministerio de Sanidad y que proporciona indicadores comparados con el Sistema Nacional de Salud. Por último, se refirió a la potenciación del conocimiento e información por seguridad de los profesionales en cuestiones relacionadas con la infección en general.

 

Red de coordinadores

En el desarrollo del plan, algunas de estas medidas ya se están desarrollando y otras necesitan más tiempo. Para ello, añadió Sánchez, se ha constituido una red en toda la Comunidad, con unidades y coordinadores de calidad y seguridad en todas las gerencias, “que serán los que realmente pongan en marcha el propio plan”. Junto a ellos se celebran actuaciones preparatorias y se diseñan herramientas para facilitar la formación e intercambio de conocimiento. “Hemos dado pasos importantes”, relató.

Por último, aunque la Junta no tiene obligación de consensuar este plan estratégico con los representantes de los trabajadores, Sánchez avanzó que la Consejería “no tiene ningún inconveniente” en ponerlo en conocimiento de los sindicatos del sector. En todo caso, comentó que “se trata de una mejora del análisis del proceso asistencial y no tiene por qué incidir en ninguna medida que afecte al profesional en su aspecto laboral”.

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