La ONG Colectivos de Acción Solidaria en colaboración con Ismur, finalizó en la localidad de Marazoleja (Segovia) el programa de atención a la población rural ‘Un Medio Rural para Vivir’, que se inició a primeros de junio con el objetivo de generar una conciencia en los pueblos respecto a las riquezas y oportunidades de los mismos, transmitirlas como una auténtica riqueza cultural y patrimonial, y que ha servido también como medio para comprobar la situación real de nuestros pueblos: los valores patrimoniales y arquitectónicos y la fortaleza del asociacionismo como herramienta frente a la amenaza del éxodo rural, con la participación de trece mujeres de edades comprendidas entre los 67 y los 84 años.
Servicios y recursos contra la despoblación rural
Marazoleja destaca por su tranquilidad, que se ve alterada en los meses de verano cuando triplica su población con motivo de sus fiestas. La acogedora población rural de esta localidad disfruta de su entorno y hace disfrutar al visitante de la vecindad existente, el aire puro, la unión de un pueblo abierto y unido que se echa una mano cuando se requiere, y sobre todo de un bello entorno de naturaleza que rodea las llanas y limpias calles de sus plazas.
Esa tranquilidad no ha impedido que los habitantes de Marazoleja disfruten un amplio y variado programa festivo, deportivo y cultural a lo largo del año que se realizan entorno a la piscina municipal que gestionan un mayoritario grupo de jóvenes y mayores a través de una Junta Directiva que hace más de 15 años aunaron tiempo, dedicación y esfuerzo para levantar un magnífico complejo de deporte y ocio y que actualmente cuenta con 141 socios, prácticamente el total de su población. A estos atractivos se unen las plazas, su acogedor parque infantil o la zona recreativa del pozo del pueblo, para luchar contra la amenaza de la despoblación rural en nuestros pueblos, porque como ellas dicen “no se hacen las leyes adecuadas a las necesidades de la población rural”.
El asociacionismo fomenta la cultura, el deporte y la calidad de vida
En la memoria de Margarita, Eustasia, Paquita, Benita, Vidalina, Encarna o Josefina quedan las celebraciones de Carnaval, Santa Águeda o La Fiesta de las Mozas por Pentecostés de hace más de cincuenta años, “cuando las mozas con la rosca salían alrededor de todo el pueblo y los mozos iban a rondarlas». En aquellos años en Marazoleja ellas formaban cuadrillas muy largas y los mozos se juntaban para distraerse o en la posada de la Señora Emiliana con la regadera para escuchar los cuplés que cantaba con su buen humor. Actualmente las actividades se enmarcan en las fiestas del mes de agosto y en las que participa todo el pueblo con su imaginación y creatividad en colaboración con el pueblo y la Asociación de Jubilados y la Asociación San Juan, y que finaliza con un chocolate, o las actividades de teatro para mayores o las carreras y competiciones deportivas para los más jóvenes, que con su participación aseguran la continuidad de estas actividades.
En lo festivo destaca la fiesta que se celebra en honor a la Patrona Santa Catalina el 30 de abril y que se inicia con misa solemne por la mañana y la salida en procesión por el pueblo acompañada por los bailes de los jóvenes el primer día. El segundo día se celebra la misa por los difuntos y ya por la tarde se lleva a la Virgen en romería hasta la Ermita de Santa Catalina, con los niños subidos en la carroza, andando y parando, aunque antiguamente si se pagaba se le daba pasos hacia atrás. Antes de finalizar la romería, a las dos horas, se realiza la subasta de los cuatro cordones, y también por colocarla en el trono. Al ritmo de los dulzaineros de Valverde y el tamborilero de Marazoleja el pueblo acompaña a su virgen durante toda la procesión, y una vez en el pueblo, la fiesta continúa con actividades para los niños o los más jóvenes, como teatro, castillos hinchables o las orquestas del primer y segundo día. Finalmente el tercer día, se celebra la misa en la ermita a las 12:30 y se despide a la virgen hasta el próximo año, una talla pequeña de origen italiano considerada una de las grandes místicas que fue proclamada Doctora de la Iglesia por Pablo VI, y cuyo origen se remonta a la zona de Santa María la Real de Nieva en los años en que los hombres de Marazoleja trabajaban en la construcción de las carreteras de esa comarca, aunque no se han encontrado datos exactos sobre su aparición.
Para la ejecución del programa, Ismur ha contado con la colaboración del Ministerio de Sanidad Política Social e Igualdad, el Ayuntamiento de Marazoleja, la Unión de Campesinos de Segovia y la ONG Colectivo de Acción Solidaria