Responsables de la sociedad promotora del palacio de congresos y exposiciones de Segovia, la constructora adjudicataria y la dirección facultativa firmaron el acta de replanteo de la segunda fase de la obra. Era el único paso que faltaba para el inicio de los trabajos con un plazo de ejecución de 12 meses que empieza a contar a partir de mañana, de modo que la fecha de referencia para el fin de obra queda fijada para el 8 de julio de 2015.
“Para incentivar” el cumplimiento del cronograma de la segunda fase pueden servir las importantes penalizaciones que establece el contrato de adjudicación en caso de demora injustificada. Se han fijado plazos parciales de ejecución de los trabajos con sanciones que se multiplican por cada día de retraso a partir del decimosexto, si es que la constructora no ha logrado recuperar el tiempo perdido en las siguientes subfases.
Además, si la adjudicataria incumpliera el plazo de ejecución final de la obra se expondría a pagar una sanción máxima que puede llegar a superar los 230.000 euros; siempre y cuando se demostrara, claro está, que ese retraso es imputable a la constructora. En concreto, “la penalización será del 3,5 por ciento del precio global (de la fase) que se multiplicará por cada día natural transcurrido desde el decimosexto día a partir de la fecha prevista de terminación de la obra”, recoge el pliego de condiciones. No obstante, en ningún caso podrá superarse una cuantía equivalente al 7,5 por ciento.
La adjudicataria, por tanto, también podría prolongar los trabajos hasta la segunda mitad de julio de 2015 sin penalización. Pero, en cualquier caso, de momento quedan por delante doce meses de plazo de ejecución oficial.
La sociedad Palacio La Faisanera S.L., participada en un 95 por ciento por la Diputación y el cinco por ciento restante por la Cámara de Comercio e Industria de Segovia, es la promotora de un proyecto al que todavía le quedará una tercera fase, aunque se espera ejecutar en paralelo a la segunda para que las nuevas instalaciones puedan estar operativas a finales de 2015. Entretanto, de llevar a cabo la segunda se encargará la unión temporal de empresas (UTE) Ortiz-Segesa bajo la dirección facultativa del estudio de arquitectura de Eduardo Rodrigo y José Luis Bentabol.
La UTE formada por Ortiz Construcciones y Proyectos y Segesa Obra Civil y Edificación obtuvo la adjudicación inicial el pasado 20 de mayo y firmó el contrato definitivo el 25 de junio tras presentar una oferta que ajusta el presupuesto a 3,8 millones (con IVA), 400.000 euros por debajo del precio de licitación. Segesa ya ejecutó la primera fase con un coste final próximo a los tres millones y el proyecto en su conjunto rondará los siete, sufragados por la Junta de Castilla y León con una subvención diferida en diez ejercicios (hasta 2022); si se computa el valor del suelo asciende a unos 20 millones, según las cuentas de la promotora.
La segunda fase se presenta como la más costosa, ya que “ahora se trata de hacer el cubo y terminar el palacio”, resumía recientemente el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, en referencia al auditorio que ocupará el patio interior tras acometerse el cerramiento. Tendrá capacidad para 800 personas y es la única infraestructura pendiente para completar la reconversión del antiguo pabellón de caza de La Faisanera, ubicado en Palazuelos de Eresma, a unos seis kilómetros de Segovia capital; en total, 4.000 metros cuadrados de superficie construida sobre una parcela de casi 10.000.
En cuanto a la tercera fase, que incluye el aparcamiento y el equipamiento del palacio, el administrador único de la sociedad promotora, Javier de la Orden (en representación de la empresa Verae Abogados y Economistas), precisó en declaraciones a Ical tras la firma del acta de replanteo que para su salida a licitación deben resolverse antes algunos trámites urbanísticos. En concreto, se trata de “una pequeña modificación” para segregar una parcela de la Diputación y agruparla al resto de terrenos del entorno del palacio que se destinarán al aparcamiento.
Las dos últimas fases, “solapadas”
La idea de La Faisanera S.L. es “solapar” ambas fases tras llevar a cabo este último trámite con el visto bueno del Ayuntamiento de Palazuelos de Eresma, de ahí que no se esperen demoras más allá de julio de 2015, ya que además la tercera requerirá un plazo de ejecución muy inferior a los doce meses de la segunda. Asimismo, la casa club portátil que ocupaba estos terrenos ya se ha desmontado.
Los próximos meses se perfilan así claves para determinar los plazos para la puesta en marcha de las nuevas instalaciones. El presidente de la Diputación ya reconoció que su “deseo” habría sido inaugurarlas antes de que acabara esta legislatura (mayo de 2015), pero apuesta por “ir sin prisa aunque todo se haga un poco más tarde, porque lo importante es que quede bien”.
Respecto a la fórmula de gestión del palacio por la que se optará finalmente, Vázquez avanzó que no se tomará una decisión hasta los últimos meses de la legislatura, ya en 2015. “Lo iremos pensando mientras avanzan las obras”, apuntó, aunque ya dijo que es partidario de cederlo a manos privadas o a “un consorcio de derecho público”.
Sin embargo, el calendario de eventos del renovado pabellón de Palazuelos de Eresma no empezará a cobrar forma “al menos hasta otoño de 2015 o invierno”, fechas en la que se espera cerrar la captación de las primeras citas. “No queremos comprometernos con nada mientras las obras no estén terminadas”, argumentó el presidente de la Diputación.