La Dirección General de Tráfico (DGT) realizará una campaña de control de alcoholemia desde el próximo lunes 15 de agosto y hasta el día 21. La campaña se enmarca en la que desarrollará la Organización Internacional de Policías de Trafico (TISPOL) en más de 25 países europeos.
La subdelegada del Gobierno, María Teresa Rodrigo, explicó que “la iniciativa tiene como objetivo que los conductores se conciencien de la necesidad de circular a la velocidad permitida en cada tramo de carretera”. En este sentido, subrayó que “en el 32% de los accidentes mortales el exceso de velocidad ha estado presente”.
También explicó que, “según distintos estudios, un descenso del cinco por ciento en la velocidad media supone una reducción del 20 por ciento de los accidentes con muertos”. Además, pidió “una especial atención a los peatones y con los peatones, ya que a partir de los 80 kilómetros por hora es imposible que un peatón se salve en un atropello”.
Entre los datos que manejó la subdelegada, se encontró que “a 120 kilómetros por hora necesitamos para detenernos una distancia superior a un campo de fútbol”. Al tiempo, apuntó en que “el exceso de velocidad no solo incide en la seguridad vial, sino que también sobre el medio ambiente, la calidad de vida y el consumo de combustible”.
Ley de Seguridad Vial
Por otra parte, recordó que la Ley de Seguridad Vial y el Reglamento General de Circulación fijan que el incumplimiento de estas normas está tipificado como infracción grave o muy grave, sancionadas con multas de 90 a 600 euros.
Mientras, el código penal estipula que el conductor que circule a una velocidad superior a la permitida en 70 kilómetros por hora en vía urbana y en 80 en interurbana puede ser castigado con una pena de prisión de tres a seis meses o la multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. En cualquier caso, se le puede privar del derecho a conducir por un tiempo de uno a cuatro años.
Dependiendo del exceso de velocidad, perderá entre dos y seis puntos del carné de conducir.