El problema ha estado allí “toda la vida” pero Segovia está a un paso de ponerle fin. Los asentamientos chabolistas tienen los días contados en la ciudad.

En apenas 7 años el Ayuntamiento de Segovia ha conseguido atajar el conflicto y de las 40 chabolas e infraviviendas que había repartidas entre los asentamientos del Tejerín y la carretera de Madrona, apenas quedarán 8 en las próximas semanas y ninguna en los próximos meses. “Teníamos el firme compromiso de erradicar el chabolismo en Segovia”, ha dicho el alcalde, Pedro Arahuetes, “y después de 7 años trabajando en silencio estamos a punto de conseguirlo”.

Según explica Arahuetes, la labor ha sido muy bien planificada, trabajando codo con codo con la Fundación del Secretariado Gitano, los desalojos y derribos se han realizado de forma escalonada y, al contrario de lo que suele ocurrir en estos casos, se ha realizado sin escándalos ni conflictos por parte de los desalojados ni de los vecinos de los barrios que los han recibido. “Este tipo de acciones despiertan cierto temor o desconfianza entre los vecinos”, ha explicado el alcalde, “pero puedo asegurar que no ha habido conflictividad social, y que los realojos se han hecho con plena garantía de la convivencia”.

En total, 19 chabolas han sido ya derribadass y sus familias han sido repartidas de forma equilibrada en diferentes viviendas municipales a lo largo y ancho de la ciudad, según ha detallado Arahuetes, “para evitar la formación de guetos”. Según explica el alcalde, “hay familias en la calle Real, en el Barrio de San José, en La Albuera, en la zona de la Dehesa y de General Santiago…”.

Actualmente quedan en Segovia 21 chabolas e infraviviendas en Segovia, repartidas como se ha dicho en los asentamientos del Tejerín y la carretera de Madrona, en las próximas semanasel Ayuntemiento procederá al derribo de otras 13. “Hemos aprobado una partida de 37.000 euros para proceder al desalojo y derribo de 3 chabolas y 6 infraviviendas en el Tejerín y a 4 chabolas en la carretera de Madrona”, ha dicho un Arahuetes plenamente satisfecho con estos 7 años de gestión del problema porque se ha hecho sin escandalos, garantizando la convivencia y ha permitido además dotar de una vivienda digna a estas familias y censar a todos sus miembros.

Más adelante, una vez que hayan desaparecido todas las chabolas, el Ayuntamiento tiene previsto realizar diferentes labores de limpieza, adecentamiento y recuperación medioambiental del terreno así como la colocación de una grandes piedras que eviten a aquellos que vengan detrás la tentación de construir otras nuevas.

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