La ausencia de lluvias ha provocado que la primera quincena de octubre sea la más seca desde el año 1971 y que haya registrado, con mucha diferencia, las temperaturas más altas de los últimos 40 años, con una media de 25,6 grados centígrados que no ha obligado aún a sacar los abrigos del armario, frente a los 19 de media todos estos años, un dato más habitual para esta época del año.
Así, según informó a Ical el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), José Pablo Ortiz de Galisteo, en función de los datos recogidos en los medidores instalados en las nueve capitales de provincia de la Comunidad, en estos primeros 16 días no se han contemplado precipitaciones importantes, únicamente alguna de carácter débil (es decir, que no llega a un litro por metro cuadrado), en el extremo nordeste de la Comunidad, en el norte de Burgos (entre el 6 y el 9 de octubre).
El Centro Meteorológico Territorial subraya que solo existe un precedente de esta ausencia total de lluvias en Castilla y León en los últimos 40 años, ocurrido en 1989, cuando “sucedió lo mismo, que no llovió nada”.
Esto comenzará a cambiar a finales de esta semana, dado que para el jueves se esperan precipitaciones débiles que afectarán a la zona cantábrica de la Comunidad y, es el domingo por la tarde cuando un sistema frontal entre en Castilla y León y deje lluvias de cierta cuantía en toda la región.
En cuanto a las temperaturas, los datos son aún más llamativos, dado que la media se ha situado en lo que va de mes en los 25,6 para en las capitales de provincia, la más alta con mucha diferencia desde 1971. De hecho, en estos 40 años la media ha sido de 19 grados centígrados. “Si se compara, han sido valores extraordinariamente altos. En este periodo de estudio es el valor más alto registrado”, destacó Ortiz de Galisteo, quien recordó que el segundo valor más importante fue en 1985, con 22,7 grados de media, es decir, todavía tres grados por debajo de los niveles registrados este año. Por el contrario, la media más baja se apreció en 1993, con una media de 14 grados.
Extraordinariamente cálido
Con este escenario, el representante del Centro Meteorológico Nacional destacó que la primera mitad de octubre ha transcurrido con un clima “estable al ser un largo periodo de tiempo”, lo que no evita que haya resultado “extraordinariamente cálido, con ausencia total de precipitaciones”. “Desde 1971, es el año más seco y más cálido”, comentó Ortiz de Galisteo, quien argumentó que la causa es un “potente” anticiclón instalado sobre la Península Ibérica que ha ahuyentado a las borrascas que atraviesan la zona, que sin posibilidad de este recorrido, se han desplazado hacia el norte “porque el anticiclón ha hecho de muro”.
Además, destacó que el hecho de que los cielos hayan estado despejados y el sol todavía se encontraba alto, “ha permanecido la misma masa de aire durante este periodo y finalmente se ha recalentado, lo que ha motivado la elevación de temperaturas en estos meses ya del otoño”.
Previsiones
A juicio de la Aemet, la tendencia para los próximos días es que “lentamente el otoño empiece a entrar, aunque hasta el martes por la noche continúa la misma tónica. Ya el miércoles, la caída de las temperaturas “se notará bastante”, y el jueves por la mañana las máximas ya no superarán el umbral de los 20 grados y las mínimas se situarán por debajo de cero grados en las provincias de Burgos y Soria.