La Federación Empresarial Segoviana junto con la Cruz Roja Española con su delegación en Segovia organizaron el pasado mes de junio la jornada abierta de trabajo «Transformación Social y Empleo». Aquí se habló del «Reto social empresarial para la inserción laboral: Alianzas», cuya finalidad es el diálogo y aprendizaje entre empresas, organizaciones y la sociedad, crucial para impulsar el tejido empresarial y el bienestar laboral.
«El objetivo primordial de estas acciones es entender y abordar los cambios en el
mercado laboral, enfocándonos en la transformación de los procesos productivos y de
comunicación, perfiles profesionales emergentes y competencias requeridas en sectores
como el Medio Ambiente, Ocio, Cuidados, Industria y Tecnología» precisa Ma Luisa de Pablo,
coordinadora del Área de Empleo de Cruz Roja en Segovia. Huercasa, José María Restaurante, Huevos Velasco, Juan Soñador, Arco 75 Coworking, Ilunion Segovia y la
Diputación de Segovia participaron de la jornada y analizaron estas tendencias y la
adaptación de las empresas a ellas, tanto en necesidades de formación como en estrategias
de contratación.
«El segundo objetivo busca identificar vías de colaboración con las empresas para
facilitar la integración laboral de personas en dificultad social y por ello compartimos estrategias para reducir barreras de acceso al empleo, fomentando un mercado laboral más inclusivo», concluye de Pablo. Además, el diálogo se orientó en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, centrándose en los Objetivos de Desarrollo Sostenible no 5, 8, 10 y 17, fundamentales para responder a los cambios sociales y laborales actuales.
Retos y propuestas futuras
Los grupos de trabajo del proyecto conformaron cinco retos a través de los cuales se desarrollan las propuestas futuras para alcanzar una mayor empleabilidad entre las personas en situación de vulnerabilidad:
- Reto de atracción y retención de talento: las empresas de la provincia enfrentan
el desafío de atraer y retener a profesionales cualificados, especialmente en sectores donde la oferta de perfiles es escasa. Deben ofrecer oportunidades interesantes y fomentar el sentimiento de pertenencia, implementar un programa de beneficios y
reconocimientos, establecer alianzas con instituciones educativas y centros de
formación y fomentar una cultura organizacional inclusiva y motivadora. - Reto de adaptación a la transformación social: el entorno en constante evolución
fuerza a las empresas a adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos. Éstas deben establecer programas de formación y actualización, fomentar la colaboración y el
aprendizaje entre pares y asentar alianzas estratégicas colaborando con
organizaciones o instituciones especializadas en áreas clave de transformación
social, como la digitalización, la sostenibilidad o la diversidad e inclusión. - Reto de integración laboral: esto requiere programas de formación, mentoría y la
creación de oportunidades reales de empleo. «Es muy importante que creemos
programas de formación específicos que aborden las necesidades y habilidades
requeridas para personas en dificultad social, brindándoles las herramientas
necesarias para su integración laboral. Colaborar con organizaciones y entidades
sociales que se dediquen a la inserción laboral de personas en dificultad social es
indispensable si queremos reducir las barreras de acceso al empleo de estos
colectivos» incide Ma Luisa de Pablo. - Reto de infraestructura y transporte: la falta de infraestructuras, como viviendas
y transporte, limita el acceso al empleo, especialmente en zonas rurales. Las
soluciones apuntan a impulsar el desarrollo de infraestructuras en zonas rurales, implementar programas de transporte compartido o promover el teletrabajo y el trabajo flexible de manera efectiva. - Reto de educación y adaptación de perfiles: las personas en desempleo deben
comprender las demandas del mercado laboral, adquirir experiencia en diversos trabajos y estar dispuestos a adquirir las habilidades requeridas en sectores
emergentes.
A modo de conclusión, Goyi Horcajo, Técnica responsable del proyecto en Cruz Roja Segovia, subraya que «todos los participantes de la mesa coincidieron en varios puntos clave que surgen como importantes conclusiones. En primer lugar, reconocieron la problemática de la no adecuación entre los requerimientos de formación y experiencia que las empresas solicitan durante los procesos de selección, y las capacidades y calificaciones reales necesarias para el puesto. Este desajuste, que a menudo resulta en la sobre cualificación, se identificó como una causa principal de la alta rotación de personal en las empresas». Además, continúa Horcajo, «enfatizamos la necesidad de desarrollar programas formativos que permitan la adquisición de experiencia laboral, particularmente en sectores emergentes y entre personas en situación de vulnerabilidad social. Este
enfoque se considera fundamental para facilitar la integración laboral y reducir las barreras
al empleo».
Las empresas participantes destacaron también que las ayudas y subsidios para desempleados, pese a ser necesarios, a menudo implican trámites administrativos
complejos y lentos, lo que puede representar una barrera adicional para aceptar un puesto de trabajo. En este sentido, se sugirió la implementación de ayudas finalistas, es decir, ayudas que satisfacen directamente las necesidades de las personas.
También recalcan que la despoblación afecta especialmente a las empresas que buscan trabajadores cualificados, ya que estos perfiles son escasos. Además, la falta de facilidades y atractivas oportunidades de empleo en el medio rural lleva a las personas a buscar opciones fuera de la zona. Para abordar esta situación, las empresas pueden plantear ofertas de trabajo más interesantes para atraer candidatos.
Por último, surgió la idea de un futuro en el que el trabajo se mida más por resultados y
objetivos que por horas trabajadas, indicando una posible transformación en las modalidades de empleo.