La Asociación de Madres y Padres (AMPA) del Centro de Educación Infantil y Primaria Diego de Colmenares de Segovia vuelve a tomar de nuevo acciones reivindicativas como las llevadas a cabo a finales de septiembre, para pedir así el arreglo del patio del centro educativo, dado el mal estado de su pavimento, «inadecuado para que los alumnos puedan jugar en su horario de recreo o para el desarrollo de las sesiones de Educación Física», explican a través de un comunicado a Segoviaudaz.es.
Afirman así que «la situación es inadmisible», por ello entre las medidas a tomar, hace apenas unos días se dirigieron como reclamo a la sede de la Dirección Provincial de Educación, para hacer entrega al Director Provincial una carta en la que pedían el arreglo del patio así como al alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes.
Es evidente que la seguridad de las instalaciones escolares debería ser un problema prioritario en cualquier entorno educativo «y en cambio no se ofrecen soluciones. La única medida que se tomó fue insuficiente, el echar carretillas de cemento y brea que sólo ayudaban a deteriorarse aún más el patio», afirman desde la Asociación de Padres y Madres del colegio.
Ya en el mes de junio, en la fiesta de fin de curso, los alumnos mismos mediante una pancarta en la que se podía leer «Queremos un patio justo» querían poner de manifiesto las malas condiciones en las que se encuentra el patio del centro, «en el que se puede ver con claridad el mal estado del pavimento, que produce un riesgo constante de lesiones para los alumnos. A día de hoy, el arreglo que se ha hecho aún sigue siendo inadecuado».
Habrá que esperar entonces para ver si las quejas por parte del profesorado, equipo directivo y AMPA resultan efectivas quienes afirman que «es evidente que cuando decimos nuestro colegio, parece que sólo lo decimos una parte de la comunidad educativa del colegio: padres y madres, profesores y profesoras, alumnos y alumnas. Pero nos falta la administración, que parece claro que no siente el colegio como suyo. Si fuese así, desde luego que no habría consentido que sus niños y niñas tuvieran que salir a jugar a un patio en tan malas condiciones».