La directora del Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN), María Jesús Rodríguez Sancho, explicó hoy que las pistas de esquí de ‘El Escaparate’, ‘El Telégrafo’ y ‘El Bosque’ en Navacerrada fueron objeto de concesión de ocupación en 1996 por un plazo de 25 años que finaliza el 3 de abril de 2021. “En el propio condicionado de la concesión se establecía que una vez transcurrido el plazo se producía la caducidad de la misma sin posibilidad de renovación”, remarcó según recoge la información de la Agencia Ical.
La Junta fue la que solicitó un informe al organismo porque para poder mantener esa actividad, detalló Rodríguez Sancho, “habría que sacar un nuevo concurso en concurrencia competitiva para conceder una nueva ocupación diferente de la que caduca el 3 de abril”. El Organismo Autónomo Parques Nacionales es la que tienen que realizar un informe por ser propietarios de los Montes de Valsaín, mientras que “el competente para conceder la concesión es la Junta de Castilla y León”.
La directora de Parques Nacionales subrayó que el informe emitido se “manifiesta que no tiene intención de volver a dar ese destino a ese monte de utilidad pública por varios motivos”. En primer lugar por los escenarios “desfavorables” de cambio climático que se están manejando, que demuestran que la temperatura ha subido casi dos grados, la temperatura media y que los días de nieve han disminuido en un 25 por ciento.
En segundo lugar, en el espacio en el que se encuentran estas instalaciones de esquí se han establecido durante estos años numerosas figuras de protección, se ha declarado el Parque Nacional Sierra de Guadarrama, la Reserva de Biosfera del Real Sitio de San Ildefonso-El Espinar, esa zona como zona de especial conservación y protección de las aves en la Red Natura 2000. «Todas las condiciones de uso que se establecen en estos espacios protegidos indican que debe de hacerse un uso compatible con la conservación», argumentó.
“En el condicionado de la concesión que caduca ahora”, dijo Rodríguez Sancho, “se establecía que el concesionario debería de dejar a su cargo todos los terrenos de las misma forma en la que los encontró”, por lo que la empresa es “la responsable de desmontar todas las infraestructuras allí existente para realizar la actividad durante estos años”.