Un rebosante Teatro Juan Bravo ha acogido la presentación del documental ‘Segovia. De pueblo en pueblo’, una cuidada pieza audiovisual que recoge más de 20 horas de bailes del folclore segoviano que pretenden “dar un futuro al pasado”. Así se refirió al documental su director, Raúl Torquemada, que emocionado por el trabajo conjunto en el que han participado más de 300 personas, destacó la participación de su directora artística, Mª Carmen Torquemada, directora del grupo de danzas Emperador Teodosio y de la ya extinguida Sección Femenina.

Un completo viaje a través de la provincia recoge, con una exquisita calidad, los bailes de 22 localidades que han sido grabados durante cerca de dos años con el objetivo de “mantener vivo el folclore segoviano”, como reza Mª Carmen Torquemada en el transcurso de la pieza, que espera ser un referente para futuros trabajos en otras provincias.

El elegante juego de planos, escenarios, vestuario y puesta en escena arranca en Tierra de Pinares con la tradicional Jota de Chatún, donde el documental recupera grabaciones históricas del baile para compararlas con su interpretación en una nueva versión. La simetría del baile al son de la música con el paisaje, verde pinar y amarillo pajizo, dan paso a otras conocidas como La Melitona, o la Jota de Rejales. Ésta última, interpretada en el incomparable Real Sitio de San Ildefonso, a los pies de Palacio y con Guadarrama de testigo, se desarrolla proyectando las largas sombras de los joteros salpicadas por las hojas del otoño segoviano.

Con el oportuno pretexto de continuar descubriendo lugares y parajes de la belleza provincial, el trabajo recorre diferentes espacios como Arroyo de Cuéllar con su Jota de Arroyo, Veganzones con el tradicional Paloteo que se celebra en otras muchas localidades, Fuentepelayo con la Jota del Arco, o Ayllón y el Baile Corrido. No faltan referencias obligadas al maestro Agapito Marazuela, folclorista segoviano, a las Aguederas de Zamarramala, o a la Virgen de la Soterraña y la Danza de los Cirios de Santa María la Real de Nieva, así como a la Danza de Tres de Sepúlveda, una de las primeras con las que Torquemada participó en un concurso nacional.

Junto a la Danza del Arado, en el que el gañán bailando reconstruye este apero de labranza, y la “orgullosa” Jota de la Fuencisla que el grupo creó para la patrona de Segovia, no faltaron las representaciones en directo y la participación de un pregonero quien se encargó de dar paso a las últimas piezas. Varias panorámicas de la capital del Acueducto que “se recorta en el azul cielo de Castilla” fueron las encargadas de dar por concluido este pase al que asistieron autoridades, participantes y amantes de la cultura segoviana.

Este trabajo pionero, que cuenta con multitud de colaboraciones desinteresadas, espera conseguir los fondos necesarios para hacer frente al préstamo al que recurrieron y cuya parte de financiación se ha limitado a la Diputación de Segovia y la Obra Social y Cultural de Caja Segovia. Para ello, esperan vender un mínimo de 3.000 ejemplares, a un precio de 10 euros, para que este sueño siga hacia delante, porque como insistieron “el folclore está vivo”.

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