El nuevo Mapa de Suelos de Segovia, correspondiente al noroeste de la provincia de Segovia, actualizado a 38 municipios, muestra, parcela a parcela, la disponibilidad nutricional del suelo, su composición y un análisis de las aguas de riego de la zona.
Además, como novedad, está asociado a un plan de fertilización individualizado según las características del cultivo, y ya está disponible en esta web.
Superficie analizada
El área de estudio abarca una superficie total de unos 1.509,39 kilómetros cuadrados (150.939 hectáreas), de los cuales 667,70 (66.770 hectáreas) es superficie cultivada, lo que representa el 21.8 por ciento del total de la provincia. El muestreo de la zona comprende la recogida y análisis de 499 muestras, referidas a la capa superficial (arable) del suelo, mientras que las zonas no muestreadas corresponden fundamentalmente a áreas forestales.
La diputada de Prodestur, Magdalena Rodríguez, explicó que se crea un mapa que incluye los distintos parámetros analizados, correspondientes a un análisis básico de suelo: textura, pH, conductividad eléctrica, materia orgánica, carbonatos totales, contenido en nitrógeno y en fósforo y potasio asimilables, y relación carbono/nitrógeno. Estas proyecciones se obtienen mediante un proceso de interpolación de los datos georreferenciados, que se implementa mediante un sistema de información geográfica (SIG).
Composición del suelo
Estos mapas de fertilidad muestran la disponibilidad nutricional del suelo y su composición en el total del área estudiada, al poder identificar cada parcela y saber el valor de cada uno de los parámetros que tienen que ver con el rendimiento de la actividad agrícola. Para Magdalena Rodríguez, “esta herramienta es fundamental porque facilita a productores y técnicos la toma de decisiones sobre zonas de producción según cultivo”.
Además, esta aplicación relaciona los resultados del análisis con los nutrientes que requiere el cultivo, el nivel de extracción del mismo y la productividad esperada. De esta forma, permite localizar una parcela determinada, obtener sus datos de fertilidad e interpretarlos, y definir un plan de abonado para un determinado cultivo. “El programa da la opción de incorporar determinadas variables, como los resultados del último análisis de suelo, seleccionar el cultivo, producción esperada, aportes de enmienda orgánica o restos de cosechas”, detalló.
Para completar el proyecto se han asociado a los mapas datos sobre las aguas de riego de todos los municipios, en concreto los valores de pH (acidez del suelo), salinidad, dureza y clasificación Riverside. Estos datos, continuó la diputada, “aportan información relevante, ya que el pH influye en la solubilidad de los fertilizantes y la disponibilidad de los nutrientes a las plantas; la salinidad por ser limitante para el desarrollo y producción de los cultivos; dureza por su incidencia en los sistemas de riego, y la clasificación Riverside por ser la clasificación agronómica más utilizadas para la caracterización de los tipos de aguas”.
Municipios
Los municipios comprendidos en la zona de estudio son: Aguilafuente; Aldea Real; Carbonero el Mayor; Chañe; Cuéllar; Fresneda de Cuéllar; Frumales; Fuente el Olmo de Íscar; Fuentepelayo; Gomezserracín; Hontalbilla; Lastras de Cuéllar; Mata de Cuéllar; Mozoncillo; Navalmanzano; Pinarejos; Pinarnegrillo; Remondo; Samboal; San Cristóbal de Cuéllar y San Martín y Mudrián.
Así como: Sanchonuño; Vallelado; Zarzuela del Pinar; Aldeanueva del Codonal; Aldehuela del Codonal; Bernardos; Coca; Domingo García; Fuente de Santa Cruz; Migueláñez; Nava de la Asunción; Navas de Oro; Nieva; Ortigosa de Pestaño; Santiuste de San Juan Bautista, Villaverde de Íscar y Villeguillo.
*Foto de Gabriel Jimenez en Unsplash
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