El Índice de Precios al Consumo (IPC) cayó en Castilla y León un 0,9 por ciento en julio con respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que la media nacional registró un descenso del 0,6 por ciento. En comparación con junio, los precios se redujeron un 0,8 por ciento en la Comunidad y una décima más en el conjunto del país, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La caída de Castilla y León es la tercera mayor del conjunto autonómico, por detrás de Navarra (-1,3 por ciento) y La Rioja (-1 por ciento), y con el mismo ratio registrado en Asturias (-0,9 por ciento). Por otra parte, en el extremo opuesto se situó Canarias, que fue la única que registró aumentos, con una subida del 0,7 por ciento.

Los mayores aumentos en la Comunidad se registraron en alimentos y bebidas no alcohólicas, con un 2,4 por ciento más, mientras que la mayor caída se registró en vivienda con un 6 por ciento, por delante del transporte, con un 5,1 por ciento menos. También bajaron los precios en ocio y cultura (-1,7 por ciento), en enseñanza y en comunicaciones (-1,2 por ciento en ambos casos).

Además de la alimentación, también subieron los precios en vestido y calzado y en menaje (un 1,1 por ciento en cada uno), un 0,7 por ciento en hoteles, cafés y restaurantes, un 0,6 por ciento en medicina, un 0,5 por ciento en bebidas alcohólicas y tabaco y un 1,2 por ciento en el apartado otros.

En relación al mes de junio, los precios descendieron en vestido y calzado (-11,6 por ciento), comunicaciones (-1,7 por ciento), hoteles, cafés y restaurantes (-1,2 por ciento), alimentos y bebidas no alcohólicas (-0,9 por ciento) y en bebidas alcohólicas y tabaco y en menaje (-0,4 por ciento).

Provincias

Respecto a la evolución de los precios por provincias, experimentaron una variación interanual negativa en todas ellas. El mayor descenso se dio en León, con una caída del 1,4 por ciento, seguida de Soria con un 1,1 por ciento. A continuación aparecen Burgos (1 por ciento), Palencia (0,9 por ciento), Ávila, Salamanca, Valladolid y Zamora (0,8 por ciento cada una) y Segovia (0,6 por ciento),

En relación a junio, los precios también cayeron en todas las provincias. Así se contrajeron un 1,2 por ciento en Zamora, un 1 por ciento en Ávila y Palencia, un 0,9 por ciento en Salamanca, un 0,8 por ciento en León, Segovia y Valladolid, un 0,7 por ciento en Burgos y un 0,6 por ciento en Soria.

Los índices de los grupos especiales de bienes y servicios COVID-19 que han mostrado durante estos meses la evolución de los productos más consumidos por los hogares durante la pandemia, se continúan publicando en el mes de julio para permitir analizar la situación tras la finalización del estado de alarma.

Los Bienes COVID-19 incluyen productos de alimentación, bebidas, tabaco, limpieza y artículos no duraderos para el hogar, productos farmacéuticos, comida para animales y artículos para el cuidado personal.

Por su parte, los Servicios COVID-19 contienen servicios de alquiler de vivienda y garaje, la distribución de agua, alcantarillado, recogida de basuras, gastos comunitarios, electricidad, gas, gasóleo para calefacción, servicios de telefonía, música y televisión en streaming, seguros, comisiones bancarias y servicios funerarios.

La tasa anual de los Bienes COVID-19 se sitúa en el 1,8 por ciento en julio, cinco décimas menos que el mes anterior. Por su parte, la variación anual de los Servicios COVID-19 disminuye cinco décimas también y se sitúa en el –2,9 por ciento.

Los productos que destacan por su influencia en los Bienes COVID-19 son los alimentos no elaborados, cuya tasa alcanza el 3,1 por ciento, un punto menos que la registrada en junio. Entre ellos sobresalen el comportamiento de los precios de las frutas frescas y, en menor medida, las legumbres y hortalizas frescas, que bajan sus precios este mes más que el año pasado.

Por último, el descenso de la tasa anual de los Servicios COVID-19 se debe a la disminución de los precios de los servicios de telefonía, frente al aumento de 2019, y del gas, mayor este mes que el año anterior.