Los grupos políticos en las Cortes coincidieron hoy en que Castilla y León “es más fuerte si está unida” y abogaron por reducir los desequilibrios territoriales, dos de los retos que debe acometer la Comunidad, entre los que se cuela como objetivo prioritario el reto demográfico. En ciertos de estos puntos coincidieron durante la jornada ‘Somos Castilla y León’, organizada por El Mundo Diario de Valladolid, que lleva por nombre ‘Los retos y las estrategias de un tiempo nuevo’. La despoblación y los servicios sociales se sitúan en el eje del debate, en una comunidad que «está infrafinanciada».
El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, mayoritario en las Cortes, Luis Tudanca, inició su intervención con una advertencia sobre “actores que ponen en riesgo la propia configuración de la política entendida como herramienta para avanzar en libertades y en derechos fundamentales de la gente”, en referencia a Vox. Igualmente, se mostró autocrítico por cómo la sociedad ve a la clase política, a la que considera uno de los “principales problemas” después del paro. “Debe hacernos reflexionar cómo contribuir a que la parte que nos considera un problema sea cada vez menos”, sostuvo.
Tudanca compartió con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que la política hay que practicarla “mirando al futuro, no hacia atrás”, en el que ambos citaron a Ortega y Gasset. A su juicio, hay un “síntoma” de que “algo no se está haciendo bien”, porque se le “dan vueltas a los mismos problemas porque no se han solucionado: despoblación, desempleo, falta de oportunidades, éxodo de jóvenes…”
En este sentido, señaló que si la política “tiene que cambiar en algo es en la capacidad de anticiparse”. Por ello, comentó que si se sigue “utilizando para resolver las emergencias del día a día y no vaticinar los problemas para pensar lo que será Castilla y León dentro de 30 o 40 años, no estaríamos haciendo bien nuestro trabajo”. “Seríamos más eficaces”, sentenció.
Por su parte, el portavoz del Grupo Popular, Raúl de la Hoz, hizo referencia al CIS para recordar, como señaló Tudanca, que de nuevo la clase política es considerada un problema. “Venir a hablar de retos y que los primeros que nos sentemos seamos políticos, hace pensar si lo estamos haciendo bien y si la clase política está a la altura. No ven utilidad en los políticos porque nos ven perdidos en debates estériles que nada aportan a problemas reales, como pueden resultar los identitarios”, criticó”. Al respecto, se encontró con el rechazo del portavoz del Grupo Mixto, el leonesista Luis Mariano Santos, quien le invitó a pensar “por qué los ciudadanos no ven de utilidad a la Junta cuando se habla de los mismos problemas desde hace años”.
De la Hoz señaló que el problema “más importante” de la Comunidad es la despoblación, “pero también hay fortalezas”, entre las que citó la “potente industria, principalmente la vinculada a la automoción”, también “con amenazas de regulaciones que deben obligar a estar atentos y luchar por el crecimiento del sector”.
Igualmente, recordó que Castilla y León es “potencia turística y cultural”, sobre los que apostó que deben ser “la base de la creación de riqueza en el futuro”. Igualmente, instó a “conseguir que los servicios esenciales generen más y mejor empleo de calidad”. Así, admitió que sanidad presenta dos problemas: la financiación, porque “se está encareciendo de forma vertiginosa”; y la carencia de profesionales ligados a algunos territorios. “Estos dos objetivos están ligados a la despoblación, para la que hay que crear empleo, riqueza y vincularlo al medio rural y seguir siendo capaces de mantener la calidad de los servicios. Desde el diálogo y lealtad institucional, sin perdernos en debates estériles”, opinó De la Hoz, quien también instó a las empresas a ayudar a las universidades a aumentar la inversión en innovación.
“Necesidad de unión”
En este sentido, la portavoz de Ciudadanos, Ana Carlota Amigo, habló de la “necesidad de unión para ser más fuertes” en la Comunidad y recordó que el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, “sí ha defendido la transición justa en Bruselas”. “Todos debemos trabajar para que las nueve provincias estén integradas”, insistió.
También confió en que “debe haber un nuevo ‘baby boom’ para que las nuevas generaciones sustituyan a las actuales” y lamentó que PSOE y Podemos no se sumen al Pacto por la sanidad, al que se han adherido más de 30 asociaciones de pacientes.
Por otro lado, criticó las políticas desarrolladas en materia industrial en los últimos años, en los que se “ha despilfarrado dinero público pero aún así la gente se va”. “Si somos capaces de ofrecer empleo y calidad de vida, la gente querrá venir porque aquí se vive muy bien. Trabajemos todos juntos en los pactos más importantes”, aseveró.
Pablo Fernández, portavoz de Podemos, se refirió a las palabras de Mañueco en las que dijo que Castilla y León “es un lugar propicio para vivir, pero en cambio somos campeones de España en pérdida de población”. No obstante, en positivo, defendió que Castilla y León tiene un patrimonio natural, cultural, patrimonial y artístico “sin igual y no se aprovecha para generar empleo”. También criticó, en el marco del sector agrario, que la PAC “hasta ahora ha perjudicado a los agricultores a título principal y beneficia a los grandes propietarios”.
Sobre el pacto para la industrialización, reprochó el “incumplimiento que conllevaba inversiones plurianuales de 800 millones de euros”. Al respecto, informó de que la Junta solo ejecutó el 24 por ciento del documento en 2017 y un 17 en 2018. “Nos comprometemos y luego no lo llevamos a la práctica”, lamentó.
Por último, denunció que el presidente de la Junta “obvia la transición ecológica justa en la que Castilla y León debe estar a la vanguardia” y prosiguió que “es hora de buscar coincidencias y unión entre grupos”. En este sentido, vaticinó en que el Gobierno de coalición en España, de PSOE y Podemos, “revitalizará a la Comunidad”.
Para concluir, el portavoz del Grupo Mixto en el foro, Luis Mariano Santos, arremetió contra Mañueco por señalar que las comunidades “nacieron para frenar la descentralización”. “Tenemos que ser autocríticos. Hemos cambiado el núcleo de centralización y hemos cambiado Madrid por Valladolid. Se han mejorado servicios después de 36 años, de mayor o menor manera, pero el segundo objetivo del sistema de las autonomías no se concretado y eso es evidente”, añadió.
Entre los retos de Castilla y León, comentó que la Junta “se equivoca cuando justifica que la despoblación es algo que pasa en España y Europa”. “También es importante centrarlo en la periferia de la Comunidad, en el oeste de la misma”, sostuvo.
Otro de los objetivos debe ser la eliminación de los desequilibrios territoriales y con los que Castilla y León “no ha sido capaz de terminar, a pesar de que casi siempre afecta a los mismos”. Sobre el Plan de Industrialización, “solo ha hecho que fortalecer el músculo de aquellas provincias donde ya los había”.