Las ventas de comercio al por menor en Castilla y León se hundieron en abril un 30,4 por ciento, ligeramente por debajo de la media nacional, que experimentó una caída del un punto superior (31,5 por ciento), a causa del cierre de establecimientos que ya les afectó durante la totalidad del mes a causa del decreto del estado de alarma y el confinamiento en el conjunto del país, tiempo en el que solo negocios de productos esenciales se mantuvieron abiertos, según los datos publicados hoy en la Encuesta de Índices de Comercio al por Menor del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Se trata de la mayor caída histórica desde que se mide este indicador, un récord que ya se había superado en marzo, cuando se registro una bajada del 14 por ciento. La situación de confinamiento de los hogares ha provocado que los productos alimenticios hayan sido los bienes con mayor volumen de ventas. Aun así, han descendido un 8,6 por ciento en España, tras la subida mensual del 8,4 en marzo.
Las ventas disminuyeron en tasa anual en todas las comunidades autónoma. Canarias (39,7 por ciento), Baleares (39) y Andalucía (34 por ciento) presentan los mayores descensos. Por su parte, Galicia (23,4 por ciento), Castilla-La Mancha (26,2) y País Vasco (27,2 por ciento) registran los menores.
Por su parte, el índice de ocupación en el sector experimentó una bajada del 1,4 por ciento en Castilla y León, inferior a la media nacional, que fue del dos por ciento. En las estaciones de servicio la ocupación baja un 1,7 por ciento en España. El empleo del comercio minorista disminuyó en todas las comunidades autónomas en tasa anual. Los archipiélagos de Baleares, con un 6,3 por ciento, y Canarias, con el 3,4, apuntaron los mayores descensos.
El efecto del estado de alarma sobre el empleo en el comercio al por menor se ha visto diluido por la posibilidad de las empresas de acogerse a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), en el que su personal sigue formando parte de la empresa.