El Consejo de Gobierno declaró en su reunión de hoy Bien de Interés Cultural con categoría de monumento las ruinas del convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz del río Duratón, ubicado en la localidad Sebúlcor, en Segovia. Debido a su emplazamiento, la Consejería de Cultura y Turismo también ha delimitado un entorno de protección para garantizar la defensa de sus valores, según expuso el consejero de la Presidencia y portavoz, José Antonio de Santiago-Juárez.

Asimismo, la Junta destacó que se encuentra situado en una pequeña lengua de tierra respetada por el encajonamiento del río en una de sus hoces más cerradas, contribuye a la espectacularidad y belleza del conjunto.

El convento fue fundado en 1231 por monjes franciscanos. Fue santuario Mariano y en él se custodiaba y veneraba la imagen de Nuestra Señora de la Hoz. En 1492 se produce un derrumbe y todo el convento, salvo la iglesia, se viene abajo. Con la ayuda de la reina Isabel la Católica, que tenía sus propias estancias en el convento, se acometen las tareas de reedificación, que continúan con Felipe II.

Entre el conjunto de dependencias que formaban el convento destacaba la iglesia, de dos naves con coro, sacristía y camarín, el claustro alto y bajo, la casa de huéspedes y la plazuela. En su entorno existía un puente que permitía el acceso a la otra vertiente del río, junto a una fuente llamada de los Puentones, una pequeña presa con un canal para el riego de la huerta, un butrón para la captura de peces, una noria y una nevera donde se almacenaba nieve.

Con la desamortización de Mendizábal, el convento fue abandonado y en la actualidad sólo queda en pie la fachada sur del monasterio, con tres arcos, las ventanas de las celdas de los monjes y restos de otras dependencias. Se han conservado también varios escudos, restos de pinturas y piedras con leyendas.

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