COAG Castilla y León pronosticó una «buena campaña» de trigo y colza, una cosecha «menos feraz» de cebada y veza y unos rendimientos «muy inferiores» a los de 2020. Señalaron que debido a las abundantes lluvias, se produjeron las siembras más tempranas de cebada, que permitieron unos buenos primeros estadios de desarrollo de las plantas. Aunque un mes de febrero muy lluvioso y anormalmente benigno seguido de un mes de marzo y principios de abril muy secos motivó la aparición del «mal del pie y de un ahijado deficiente». Por ello, el desarrollo en este cultivo se ha anticipado en exceso y se ha estancado en algunas zonas con un «porte escaso, un desarrollo deficiente y un inicio de la floración prematuro», informa Ical.
Desde la opa apuntaron que todo dependerá de si finalmente llegan al campo las lluvias anunciadas. En algunas zonas, los agricultores se han visto obligados a regar con el consiguiente gasto imprevisto de energía, por lo que, en principio, cabe pensar en una cosecha regional de cebada que «no vaya más allá de un año medio, en el mejor de los casos».
Por otro lado, el estado del trigo es considerablemente mejor y si acompañan las circunstancias meteorológicas puede conseguirse una buena cosecha, aunque «ni de lejos comparable a la del pasado año 2020 en rendimientos». En similar sintonía con el trigo se encuentra la colza, tiñendo ya buena parte del campo de amarillo, que comenzó con una óptima implantación y se encuentra en muy buen estado de desarrollo, trasladaron.
Tampoco será buen año para los guisantes, y muy especialmente para la veza. En buena parte de las parcelas su porte y desarrollo es muy deficiente, y ya ha comenzado la floración. Hay agricultores que están temiendo no poder recolectarla. La alfalfa de secano presenta situación muy desigual según comarcas. Se ha dado la circunstancia incluso de siegas prematuras durante la semana pasada por temor al daño de las heladas.
En todo caso, si no se producen ya lluvias con una cierta intensidad y periodicidad, las expectativas de llegar a una cosecha entre normal y buena, se irán al traste. En cuanto al girasol y el maíz, se encuentran aún en temporada de siembra en la zona sur y centro de la comunidad autónoma.
Todo apunta a que el éxito en las diferentes campañas de fomento del cultivo de remolacha va a estar muy vinculado a las diferentes ofertas de precio garantizado lanzadas desde las dos industrias implantadas en Castilla y León. Por un lado, la apuesta en firme y decidida de ACOR parece estar dando sus frutos al materializarse un aumento de las siembras para la cooperativa en 2021 que se aproxima al 10% ya en estas fechas, detallaron.
Sin embargo, ante la falta de confianza de los remolacheros y los «titubeos de futuro» manifestados desde la empresa británica, se temen que Azucarera «se las verá y deseará para mantener en la 2021/2022 un mismo nivel de contratación que la pasada campaña 2020/2021».
En cuanto a las siembras de patata, que parece que no llegarán a alcanzar el volumen de hectáreas del año pasado, se encuentran paralizadas por las últimas lluvias, si bien, en su grueso ya están efectuadas y quedan por producirse principalmente las de la zona más al norte de la comunidad autónoma, sentenciaron desde COAG.