Los primeros días del mes de febrero están marcados por las fiestas de las Candelas y Santa Águeda. Cientos de segovianas lucen sus trajes regionales en los que la joyería tiene un papel muy destacado con las collaradas, cruces triperas, pendientes zarcillo, hebillas para los zapatos y horquillas para adornar su peinado.
Isabel Ruiz trabaja desde hace muchos años de forma artesanal para hacer estos diseños, tanto los más tradicionales como nuevas creaciones porque en este mundo de la joyería vinculada con el traje regional segoviano también va cambiando con los gustos de las aguederas más jóvenes.
Los collares, las collaradas, son las estrellas para cubrir el jubón negro. Antiguamente, asegura Isabel Ruiz, “cuantas más vueltas tenía la collarada y más medallas se llevaban” mayor era el estatus económico y social de la mujer. También tenía una vinculación con la superstición porque con las medallas se buscaba la protección y el coral rojo, el material con el que están hechos, era “para el mal de ojo”.
Los collares “iban engarzados por dentro todo con hilo de plata”, explica Isabel Ruiz, “se colocaban bola a a bola con la plata por dentro y las piezas de coral rojo”. A día de hoy, la artesana segoviana sigue realizando collares al estilo antiguo y pero también “utilizamos alambre de acero”.
La plata y el coral son los materiales básicos en los collares pero no los únicos. A Isabel Ruiz le dejaron un collar antiguo con las cuentas realizadas en madera en vivos colores azules y marrones de una gran belleza. Le sirvió de modelo para hacer su propia creación tanto del collar como de los pendientes.
En su tienda, en la calle Miraflores de Segovia capital, se pueden ver sus creaciones con otras piedras como “el lapislázuli o la venturina azul” y para las joyas de color negro “el azabache y la ágata negra”. Isabel Ruiz recuerda que los manteos del traje de segoviana se confeccionan en muchos colores y quienes los lucen buscan que la joyería “vaya a juego”.
Cruz tripera
Otro elemento fundamental es la cruz con la que culmina el collar más largo y exterior que se conoce con el nombre de “cruz tripera” porque se le daba o regalaba a las mujeres embarazadas para que le diera protección durante la gestación y al hijo que estaba esperando. Estas cruces solían de ser plata pero con el paso de los años, Isabel Ruiz ha intercalado la plata con el coral rojo creando unas piezas espectaculares.
Las cruces y las medallas se convierten una excelente opción para regalar a las mujeres aguederas, por eso, Isabel Ruiz recibe durante todo el año pero fundamentalmente durante las Navidades muchos encargos para hacer estas medallas de plata que luego incorpora sin ningún problema a la collarada.
Piezas personalizadas
Otra de las ideas que Isabel Ruiz ha incorporado en este campo con un gran acogida es hacer un diseño del collar totalmente personalizado con todas las medallas, normalmente “de pequeño tamaño, medallitas”, que forman parte de la herencia de sus madres, abuelas y bisabuelas. Antiguamente, estas medallas se prendían en un imperdible que se colocaba en la ropa interior, “en el viso del sujetador” para llevarlas cerca del cuerpo.
Estas joyas familiares se convierten en parte de su traje de segoviana. “Se las pido y a cada una le hago su propio diseño de collar y no hay ninguno igual porque está creado con sus medallas heredadas”, resume Isabel Ruiz.
Aljófar y zarcillos
La tradición también manda en el diseño de los pendientes de las aguederas conocidos como ‘zarcillos’ que se realizan con unas perlas de un tamaño muy pequeño, el “aljófar”. Isabel Ruiz se adapta a todos los presupuestos y ha ideado un diseño más barato de estos pendientes sustituyendo el oro por el latón “con una pieza continua que hago toda a mano con la única ayuda de unos alicates”.
Los pendientes, formados por estas perlas diminutas o alfajores también tienen otro diseño clásico l formado por dos largas cadenas. En los últimos años, se está imponiendo la moda de llevar los pendientes a juego con el resto de las joyas.
Otros complementos
Junto a la belleza del traje con el jubón y el manteo, ricamente decorado con miles de pequeños abalorios, las aguederas no se olvidan de su adornar su peinado. Con unos botones antiguos de plata de las camisas de segovianas, Isabel Ruiz, sacó un molde para “unir dos partes” y añadirle una horquilla para hacer unas originales horquillas de moño con un genuino aire ‘vintage’.
En su taller, también recibe encargos para los broches que adornan las capas españolas y las hebillas para los zapatos. “Son grandes, cuadradas y ocupan toda la base del zapato”, resume Isabel Ruiz, “hacemos el lazo de terciopelo y luego se coloca la hebilla”.
Isabel Ruiz comenzó muy joven a realizar sus propios diseños de pendientes. “Empecé de pequeña y les pedía a la gente de Telefónica cables para pelarlos y extraer el cobre”, recuerda. Una afición al a la que se pronto se unieron los trajes de segoviana “haciendo collares de una vuelta y de madera”. Con el paso de los años pudo adquirir plata y coral rojo para crear los diseños de estos complementos tanto clásicos y como modernos