El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Jesús Terciado, pide el reconocimiento de la empresa como un “bien social” y reclama al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, una simplificación de los trámites administrativos y su coste, la congelación de las cargas impositivas y el mantenimiento de los beneficios fiscales, y que intensifique la apertura del sector público a la empresa “por razones de eficacia y ahorro de costes”. A nivel nacional, Terciado destaca que el adelanto electoral se debería haber producido con anterioridad ante la “incapacidad” del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y denuncia la “gran oportunidad perdida” en las reformas laboral y de la negociación colectiva. En este contexto, critica las posiciones mantenidas por los sindicatos, que “no están favoreciendo la transformación que requiere España”.

 

¿Cómo valora la situación económica actual y cuándo cree que se puede recuperar el crecimiento económico?

De todos es conocida la mala situación económica que estamos padeciendo y que tiene sus orígenes en una crisis mundial, pero que en España se ha agravado como consecuencia de políticas equivocadas. Lejos de admitir las soluciones que los empresarios hemos aportado, la política gubernamental nos ha conducido a un escenario de difícil solución, especialmente si se persiste en gobernar a espaldas del tejido empresarial. Que hayamos alcanzado una tasa de paro superior al 20% es síntoma más que evidente de la pésima gestión de la crisis. Con todo, los empresarios hemos demostrado capacidad de trabajo, tesón, responsabilidad y voluntad decidida, circunstancias que, aún a pesar de todo, están contribuyendo a superar este ciclo que se ha llevado por delante una buena parte del tejido productivo. La recuperación dependerá de muchos factores, por lo que aventurar un pronóstico sería muy osado por mi parte, pero nuestro de deseo, el mío desde luego, es que esto dure lo menos posible, aunque las últimas noticias sobre la desconfianza de los mercados en España nos preocupan mucho y nos constriñe mas aun la difícil financiación que sufrimos desde hace ya tres años.

 

¿Hacia dónde deben ir las cosas para remontar la senda del desarrollo?

Hace dos años que las organizaciones empresariales elevamos a las autoridades económicas un decálogo de propuestas que, pese a su claridad y resultados contrastados en otros países de nuestro entorno, aquí han caído en saco roto o se han afrontado con escaso rigor. Pero insisto en que de no aprobarse con urgencia esas medidas que hemos aportado, tardaremos mucho tiempo en ver la salida. Resulta indispensable reestructurar el sistema financiero, el marco de relaciones laborales, la sobredimensión de las administraciones públicas, la fiscalidad empresarial y los costes sociales, el endeudamiento del sector público y, desde luego, la morosidad pública y privada.

 

En relación a la anterior, ¿cómo valora la aplicación de la reforma laboral y de la negociación colectiva?

Se trata de una gran oportunidad perdida. El contenido no es el que los empresarios necesitamos y no nos permite retomar la senda de desarrollo que habíamos alcanzado antes de 2008. Los informes del Foro de Davos califican como muy rígido y altamente inflexible el mercado laboral, lo que imposibilita crear empleo precisamente en un país cuya tasa de paro es la más alta de la zona euro. en ello también insisten múltiples organismos nacionales e internacionales de reconocido prestigio. Se necesita un cambio completo que acerque las relaciones laborales españolas a los sistemas que han adoptado otros países europeos, muchos de los cuales han alcanzado niveles de productividad sensiblemente superiores a los nuestros y en los que ya se contabilizan tasas de crecimiento significativas y cifras de desempleo mucho menores que las nuestras.

 

¿Qué le parece la actitud sindical ante la falta de acuerdo en ambas materias que ha obligado a actuar de forma unilateral al Ejecutivo que dirige José Luis Rodríguez Zapatero?

Sus posiciones no están favoreciendo la transformación que requiere España. Las estrategias sindicales deben modernizarse y adaptarse al modelo de sociedad moderno que vivimos. Para ello tendrían que colaborar en esas reformas imprescindibles para dotar de eficacia al mercado laboral. Las organizaciones empresariales entendemos que el primer objetivo de los sindicatos, como así lo hemos fijado nosotros, tiene que ser la creación de empleo. No podemos olvidar que el número de parados ha llegado a los cinco millones, una dato que acusa la pérdida del 13 por ciento del tejido empresarial y del diez por ciento del colectivo de autónomos. Todavía estamos a tiempo para que las revisiones de la negociación colectiva en materia laboral culminen con sensatez y se rectifique el proyecto inicial con el que la empresa seguiría atada a centros de decisión ajenos a sus propios intereses, con una importancia desmesurada de la representación sindical y coartando la iniciativa empresarial, especialmente en el caso de las pymes.

 

¿Es cierto que se han impuesto las tesis más neoliberales en la patronal y se rompieron las negociaciones a la espera de un Gobierno del PP?

No manifestamos ningún tipo de preferencia política y, como es sabido, en tiempos electorales solemos trasladar a los diferentes partidos los proyectos de carácter socio económico que creemos que deben formar parte de los programas que elaboran, Así, por ejemplo, lo acabamos de hacer desde Cecale, como ya lo hicimos en comicios anteriores, con motivo de las recientes elecciones autonómicas y municipales. Las reformas que se proponían en el Diálogo Social no nos han gustado por insuficientes e inútiles y por eso no las firmamos. Algunos nos descalifican como pretendidamente neoliberales, pero sólo son patrañas que pretenden desviar la atención del problema real y de la falta de valentía para abordar una verdadera y necesaria reforma.

 

¿Cómo valora el adelanto electoral de Rodríguez Zapatero?

La legislatura agoniza. Quizás haya sido una de las peores legislaturas desde el punto de vista económico y empresarial que hemos soportado en las tres últimas décadas y, además, creo que se ha perdido la gran oportunidad de modernizar el país en aras de incrementar la competitividad así como de acometer una veintena de reformas pendientes en materia fiscal, educativa, servicios profesionales, justicia, energía, innovación, agilidad administrativa o formación. Creo que en las últimas semanas ha quedado clara la incapacidad del Gobierno para afrontar los retos reformistas. Me parece que la fecha elegida es un aplazamiento demasiado largo, se debería haber fijado una fecha con anterioridad.

 

En un análisis centrado en la región, ¿cree que Castilla y León resiste mejor la crisis?

Cierto es que la tasa de desempleo es más baja y que el crecimiento está siendo algo mayor desde el inicio de la crisis, pero no podemos echar las campanas al viento. Arrastramos los mismos problemas básicos que las demás comunidades autónomas, aunque hemos acumulado déficits muy inferiores a la media por la prudencia del Gobierno de la Comunidad. Si se cumplen las previsiones de los expertos, dentro de dos años comenzaremos a obtener resultados que pudieran colocarnos en una mejor situación que el resto de comunidades para remontar la crisis e iniciar un ciclo de progresión. Insisto en que los datos económicos y sociales no permiten grandes optimismos, pero el comportamiento de la economía de Castilla y León durante la crisis y el aumento del sector exterior hacen que el futuro se pueda afrontar con cierta confianza.

 

¿Cómo valora el nuevo Ejecutivo diseñado por Juan Vicente Herrera?

A la vista de cómo ha conformado el presidente Herrera su nuevo Ejecutivo, en el aspecto económico y de relaciones empresariales vamos a continuar con la misma interlocución, lo que nos tranquiliza, aunque, como es lógico, tenemos muchos aspectos en los que mejorar y vamos a trabajar en ellos. En términos generales es importante la apuesta por la austeridad, pero la recomposición de tareas y los liderazgos en cada cartera los evaluaremos cuando corresponda. Antes de las elecciones entregamos al presidente Herrera, como también al resto de los líderes políticos, una serie de consideraciones que, a nuestro entender, deben ponerse en marcha en el ámbito de las competencias de la Comunidad.

 

¿Podría recordarnos esas prioridades del empresariado de la Comunidad?

Tras su investidura, ya he tenido oportunidad de plantearle que se afane en crear un entorno favorable para la actividad empresarial. También le he recordado que debiera reconocer expresamente a la empresa como un bien social que merece protección y como un instrumento básico para la creación de riqueza y empleo, sobre todo en esta región, en la que pymes y autónomos están en el núcleo de cualquier estrategia de recuperación. El presidente Herrera es consciente de nuestra insistencia en cuanto a la simplificación de los trámites administrativos y su coste, al establecimiento de un marco de confianza para desarrollar nuestras actividades sociales, a la necesidad de una estrategia coordinada con las corporaciones locales y provinciales para estimular la creación de empresas, a la congelación de las cargas impositivas y al mantenimiento de los beneficios fiscales, así como al fomento de la fusión y cooperación entre las pymes, con el fin de acceder a la innovación y a nuevos mercados. Creemos que debe intensificarse la apertura del sector público a la empresa, entre otros motivos por razones de eficacia y ahorro de costes.

 

En las materias que le corresponderá negociar a Cecale, ¿podría expresar qué postura mantendrán en relación al acuerdo sobre Plan de Empleo, FP y riesgos laborales?

Las políticas que hemos mantenido hasta ahora en materia de Prevención de Riesgos Laborales han dado sus frutos, por lo que debemos seguir insistiendo y promover una labor preventiva potenciando los programas derivados de ella. Para la FP queremos impulsar actuaciones encaminadas a la aproximación del mundo empresarial al formativo, de forma que estén dirigidas al alumnado, a los docentes y a los directivos de los centros, con el objetivo de que perciban el papel de la empresa en la sociedad y tomen conciencia del espíritu emprendedor. Buscamos un marco más flexible para la FP en el que se pueda conjugar la formación con el trabajo mediante las modalidades de contratación más adecuadas. El nuevo Plan de empleo deberá conjugar la búsqueda de soluciones a los colectivos mas desfavorecidos y protección a parados sin prestaciones, con políticas activas de empleo, donde la formación deberá ser una prioridad, así como la búsqueda de soluciones incentivadoras de la contratacióteman que sea temporal. Las circunstancias mandan.

 

¿Hacia dónde debería ir dirigida la Ley de estímulo a la creación de empresas?

Sin duda alguna tiene que sustentarse en cuatro patas: simplificar trámites para la creación y la vida diaria de las empresas, garantizar los mecanismos de financiación más apropiados, suprimir ciertas obligaciones fiscales en las empresas de nueva creación durante los primeros años y incentivar el espíritu emprendedor haya donde cada uno de nosotros tengamos influencia. Por cierto, que el papel de los medios de comunicación en este caso será esencial.

 

¿Qué le parece la propuesta sobre un Plan de responsabilidad social empresarial?

Las políticas sobre responsabilidad social empresarial suponen atender la creciente demanda del tejido pyme en esta importante tarea de promover la atención social al entorno en el que las empresas se mueven. En principio, trabajaríamos en cuatro líneas distintas, aunque interrelaccionadas. Por un lado, la que pudiera afectar a los clientes de las empresas, intentando que se interprete la RSE como un refuerzo de la competitividad y del valor de la marca. En segundo lugar, la gestión de proveedores, intentando establecer pautas en relación con la cadena de suministros, etc., que pudieran vincularas a los proyectos. La tercera línea tendría que ver con la búsqueda de mecanismos que propicien inversiones socialmente responsables. Por último, e igualmente importante, la gestión de recursos humanos tendría que basarse en el concepto de la diversidad entre otros.

 

¿En qué dirección se deben concretar los apoyos a los autónomos?

De la misma forma que todo el tejido empresarial, y como pequeños empresarios que son, también necesitan una simplificación de trámites administrativos y burocráticos. Además, y dadas sus dificultades específicas, para ellos es primordial que se cumplan los plazos que establece la Ley de Morosidad y que puedan compensar las deudas reconocidas por las administraciones a través de liquidaciones de impuestos. Fomentar la cooperación entre autónomos y abaratar la creación de empresas son otras ideas con las que consideramos que se puede favorecer a este colectivo.

 

Los sindicatos le acusan de bloquear cualquier tipo de acuerdo bilateral y le tachan de presidente patronal a tiempo parcial por su presencia en Madrid….

No soy consciente de existan críticas dirigidas expresamente hacia mi persona, o al menos esa es mi percepción. Otra cosa es que sea la propia organización la que reciba determinados ataques puntuales, lo cual se puede apreciar como una mera estrategia para provocar el enfrentamiento entre las agrupaciones empresariales y los sindicatos. En cualquier caso, mi talante no va a cambiar y hasta donde sea posible seguiré manteniendo una voluntad clara de negociar con los agentes políticos y sociales todos los aspectos que puedan redundar en el bien de la sociedad. Es más, la negociación no consiste en la imposición de tesis contrarias, sino en la conclusión de las mejores opciones para alcanzar el fin propuesto, que no es otro que el crecimiento económico y el empleo.

 

¿El modelo actual del Diálogo Social es válido o entiende que se pueden introducir modificaciones? Si es así, ¿en qué sentido?

Creo sinceramente que la firma de los pactos para el Diálogo Social y su desarrollo posterior ha aportado sus frutos a las relaciones socio laborales, por lo que ante todo quiero defender que los logros obtenidos son excelentes. De hecho, como explicaba antes, la media regional es mejor que la del conjunto de España. El Diálogo Social tiene que trabajar para redoblar esfuerzos en las políticas de recuperación económica, y para ello no podemos permitirnos un espectro tan amplio que a la larga suponga que se pierda el sentido en las direcciones que se deben tomar. Es fundamental que se identifiquen nuestras posiciones y el papel que le corresponde al Gobierno sin que se mezclen los ámbitos de actuación.

 

En otro orden de cosas, la reestructuración del sistema financiero regional, ¿cree que puede afectar a la llegada de crédito al no contar con una entidad de referencia en la región que acompañe a los grandes proyectos empresariales

Desde luego que sí, y a las pruebas me remito. La dificultad para acceder al crédito es, hoy por hoy, el problema –con mayúsculas- al que se enfrentan los empresarios. Una cortapisa que no hace sino agrandar un abismo al que muchos negocios se ven abocados hasta el punto de cerrar. Los datos que lo corroboran son ya sobradamente conocidos. Por ello, a pesar de que la tan esperada fusión de las entidades financieras regionales nunca llegó a producirse, al menos confiamos en que el proceso de reestructuración culmine cuanto antes. Y pedimos, una vez más, que se tenga en cuenta la necesidad acuciante de encontrar financiación para que el tejido productivo reflote.

 

¿Hacia dónde debería dirigir la Junta el nuevo diseño de la ADE?

Siempre hemos manifestado que los parámetros que deben guiar a la Agencia son de eficacia y de eficiencia. En cuanto al primero, está ligado a estructurar la Agencia según los requisitos presentes y futuros. Respecto a la eficiencia, hay que intentar dimensionarla en base a que puedan acomodarse los recursos que gestiona sin necesidad de promover nuevos programas que se ajusten a la realidad. Todos los procesos de reestructuración llevan una concentración de recursos, y si en algún momento es necesario acudir a ello, habrá que hacerlo.

 

Para finalizar, ¿cómo se presenta la vuelta de las vacaciones y el arranque del curso?

Si tuviera que definir las perspectivas en una palabra, diría que es la incertidumbre. Incertidumbre política, económica y social.

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