A unos le gustan más a otros menos, pero todos sabemos que las zanahorias tienen propiedades muy buenas para nuestra salud. Pero, ¿sabías que Segovia brilla con esta hortaliza?
Segovia y Valladolid, y otras tres provincias españolas producen el 98% de las zanahorias en el territorio nacional. La producción crece en España en los últimos diez años de 252.000 toneladas hasta 429.000, según un estudio realizado por el Observatorio de Precios de los Alimentos del Ministeiro de Medio Ambiente, Rural y Marino.
El consumo per cápita de zanahoria en España, ha crecido muy poco en los últimos años, de 3,98 kilogramos en 2004 a aproximadamente 4,20 kilogramos en 2009.
La mayor parte de la producción de zanahoria en España está en manos de productores bastante especializados que logran buenos rendimientos, si bien aún no aportan suficiente valor añadido a sus producciones.
En el sector de la zanahoria existe un fuerte desarrollo de la estructura cooperativa. El estudio del MARM indica también que uno de los rasgos esenciales del sector es su fuerte orientación exportadora, en torno a las 113.000 toneladas al año.
La zanahoria es un producto muy perecedero, que se cultiva en unos pocos meses y se necesita comercializar en un plazo corto. Es un cultivo muy exigente, con mucha merma y muy condicionado por la climatología.
La producción se concentra en el Centro y Levante en zanahoria de media estación o tardía y en el Sur en zanahoria temprana. El estudio destaca que unas pocas provincias (Cádiz, Segovia, Valladolid, Alicante y Sevilla) producen cerca del 98 por ciento de la zanahoria española.
La cadena de valor de la zanahoria fresca, destinada a consumo humano directo, representa el 35 por ciento de la utilización de la zanahoria disponible. El resto de utilizaciones posibles son la Industria, un 20%; la exportación, más del 23% y el canal HORECA, con el 9 por ciento de la zanahoria disponible.
El análisis de la cadena de valor de la zanahoria fresca para consumo humano directo indica que es una cadena con pocos eslabones. A pesar de ello, se debe tener en cuenta que existe una diversidad de agentes sectoriales y diversas tipologías de posibles circuitos de producción y comercialización del producto.
La necesidad de ofrecer un producto cada vez más homogéneo y bien presentado, con calidad y trazabilidad asegurada, ha justificado la realización de importantes inversiones especialmente entre un conjunto relativamente reducido de Cooperativas-Centrales Hortofrutícolas, con instalaciones y estructuras importantes que hay que amortizar y mantener.
En la cadena de valor, el mayor porcentaje de costes corresponde al eslabón de Cooperativas-Centrales Hortofrutícolas, por cuanto asumen la mayor parte de las funciones de concentración de oferta, preparación y conservación de la zanahoria.
En situación de normalidad comercial, todos los eslabones de la cadena de valor consiguen márgenes aceptables, que se incrementan en las tiendas especializadas.