El Consejo de Ministros ha aprobado la declaración de la técnica del vidrio soplado en España como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Considera que es una actividad vinculada a la cultura española, con grandes centros de producción de más de tres siglos de vigencia, como son la Real Fábrica de Cristales de La Granja (Segovia) y los Vidrios Gordiola (Palma de Mallorca).
Se destaca la descripción de esta técnica estableciendo que sus procesos, conocimientos, productos, instrumental y maquinaria asociada, así como espacios arquitectónicos presenta un conjunto de valores históricos, inmateriales, tecnológicos y artísticos que merecen de preservación.
Además de Segovia y Palma de Mallorca, por todo el territorio español coexisten experiencias individuales con este tipo de técnica, en forma de pequeños talleres artesanos, en muchos casos unidos a museos, que buscan revitalizar y dar visibilidad a producciones características de centros ya extinguidos. Al mismo tiempo es de gran relevancia de cara al reconocimiento patrimonial, la variedad de la producción, que en la actualidad mantiene los modelos históricos, junto a nuevos diseños y gran variedad de tipologías.
A pesar de esta importancia histórica y sociocultural, en la actualidad la viabilidad de esta práctica se ve amenazada por varios factores como la competitividad de la producción industrial del vidrio y otros materiales frente a esta técnica tradicional. Además, existe una falta de interés de las nuevas generaciones, lo que provoca una situación de peligro a causa de la disminución del número de depositarios de los conocimientos.
La técnica del vidrio soplado puede rastrearse en la península desde la Antigüedad, proveniente del Mediterráneo Oriental, donde suele fecharse a mediados del siglo I antes de Cristo, aunque se desconoce la fecha exacta de introducción del vidrio soplado en España, pero ya Plinio da cuenta de la fabricación del vidrio en Hispania hacia el tercer cuarto del siglo I después de Cristo.
La técnica del vidrio soplado será excepcionalmente trabajada en el arte islámico de la península, floreciendo talleres que tendrán su continuación e influencia en la Edad Moderna de contexto cristiano, destacando fundamentalmente los talleres de la Corona de Aragón. A lo largo de toda la geografía, se perfeccionarán técnicas decorativas de aplicación y filigrana, así como tipologías de piezas: vasos, jarras, candiles, redomas o jarrones.
El siglo XVIII vivirá un florecimiento económico con las políticas económicas de los Borbones centradas en la producción nacional, de cuya línea nacerá la Real Fábrica de Vidrios de La Granja en Segovia; así como en el fomento de la producción con el beneplácito real por parte de propietarios privados, como es el caso de la Fábrica de Gordiola en Mallorca. Estas dos manufacturas mantienen el soplado artesanal y semi-artesanal, de ahí que se haga referencia expresa a ambas como parte central de la declaración, según la nota de prensa del Gobierno de España.
Desde la Fundación Centro Nacional del Vidrio, entidad del sector público que gestiona la Real Fábrica de Cristales de La Granja, remarcaron, tras esta declaración oficial, que a pesar de esta importancia histórica y sociocultural, en la actualidad esta práctica se ve amenazada por factores externos como la competitividad de la producción industrial del vidrio y otros materiales frente a esta técnica tradicional, así como la falta de interés en las nuevas generaciones hacia este arte, lo que provoca una situación de riesgo a causa de la disminución del número de depositarios de los conocimientos necesarios para mantener este oficio artesanal.
Por esta razón, uno de los fines de la creación de la Fundación Centro Nacional del Vidrio, argumentaron, es “la formación de nuevos especialistas capaces de dar continuidad a quienes ahora tienen en sus manos el conocimiento y la experiencia necesarios para seguir fabricando objetos soplados de vidrio con las mismas técnicas con las que desde hace más de trescientos años España consiguió el dominio en Europa del arte en el manejo de este extraordinario material”.
Desde la Real Fábrica de Cristales de La Granja enviaron una felicitación “a todos los que han hecho del vidrio soplado su vida, recuperando o manteniendo la tradición y el interés del vidrio soplado como un material sostenible y reciclable capaz de despertar todas las emociones de las piezas fabricadas, una a una, de manera tan especial”.