Ya hay transmisión comunitaria entre los jóvenes y la evolución de incremento de la quinta ola se asemeja mucho a la de Navidad, a la del mes de enero. Crece “casi como una pared”. Así lo alertó hoy la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en rueda de prensa para informar sobre la evolución epidemiológica en la Comunidad, tras el repunte de casos de la última semana, en especial, entre la población joven, en aquellos de entre 15 y 29 años.

“Claramente estamos iniciando la quinta ola”, con 4.748 casos nuevos diagnosticados en sólo una semana, la mayoría entre los jóvenes, a los que pidió que mantengan las medidas de seguridad, no sólo por ellos, sino también por sus padres y allegados que aún no están inmunizados y entre los que la incidencia también aumenta. “Al virus le gustáis mucho, no se lo pongáis fácil”, les pidió. “No hemos vencido aún al COVID, estamos en plena pandemia, y esta ola todavía puede conllevar suficientes pérdidas de vidas y económicas, profundizando en la difícil situación de empresas y familias”, dijo.

Casado recordó que si hace una semana Castilla y León estaba a punto de entrar en la nueva normalidad, el cambio de tendencia es claro desde finales de la semana pasada, con incrementos significactivos en las cifras de contagios -hoy se declararon 1.182, muy por encima de los 540 de ayer lunes y del dato del pasado martes, cuando sumó 40 infecciones-. De hecho, la semana finalizó con una tasa de 202 casos por 100.000 habitantes, siete veces superior a la anterior.

Estas cifras se traducen en que hoy Castilla y León ocupa la cuarta posición en incidencia acumulada a 14 días, con 237 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 204 del conjunto del país, y la tercera a siete días, con 200, muy por encima de los 143 de la media nacional.

Uno de cada 100 jóvenes, infectados

A ello se une, que por grupos de edad, Castilla y León estaba hasta ayer en todas las edades por debajo de la media de España, excepto entre 12 y 19 años y entre 20 y 29, con 1.000 contagios por cada 100.000 en el primer caso, y por encima de este dato en el segundo, con provincias como Zamora que lo duplica, y otras por encima de los 1.000 como Burgos, León, Salamanca y Zamora.

Esto quiere decir, que uno de cada 100 de estas edades son positivos, y que hay un amento claro, también entre los de entre 50 y 59, algo que puede deberse a que aún no han recibido las dos dosis y son los progenitores de estos jóvenes.

Riesgo muy alto

De hecho, la Comunidad está ya en riesgo muy alto, con un incidencia en aumento, algo que, a juicio de la consejera, se debe al aumento de la movilidad social en general, pero en especial entre los jóvenes que ya han terminado los exámenes y a los viajes de fin de curso; así como a las nuevas variantes mucho más contagiosas y a la relajación de medidas, por creer que se había superado al virus, así como a la fatiga pandémica.

En concreto, explicó que el riesgo es muy alto en las provincias de Burgos (con 387,81 casos por 100.000 habitantes a 14 días), León (411,01), Palencia (254,49), y Zamora (430,86). En riesgo alto se encuentran Salamanca (191,95), Soria (164,26), así como Valladolid (230,87), mientras que en riesgo medio están Ávila (71,67) y Segovia (112,72).

Índice reproductivo

La consejera también destacó que el índice reproductivo básico, que indica el promedio de personas que cada persona contagiada puede llegar a infectar, y se ha disparado en la Comunidad, ya que si en semanas previas no llegaba al uno, hoy casi lo duplica, con datos de cuatro a algunas provincias. “El nivel de ataque en esta quinta ola es desconocido, pero parce más agresiva que las dos olas anteriores”, significó, para precisar que la tasa de letalidad no sólo se mide en fallecidos, sino en afectación de la calidad de vida y en años de vida perdidos. Si hay fallecidos de entre 17 y 27 años, van a ser 60 y 70 años de vida perdidos.

Por último, dijo que en estos momentos hay 99 personas ingresadas en los hospitales por COVID-19, de los que 65 están en planta, con un rango de edad de 19 a 96 años, y 34 en las ucis, con edades comprendidas entre los 24 y 83 años.

“Es una enfermedad vulnerable, que se puede evitar con la vacunación, pero también con la responsabilidad individual”. “La situación es grave”, la pandemia no ha terminado y nadie está libre de riesgo”, concluyó la consejera de Sanidad.