Los Anexos del José Zorrilla fueron testigos de un intenso duelo entre el Real Valladolid Promesas y la Gimnástica Segoviana, que terminó con un empate (2-2) y dejó buen sabor de boca a los segovianos. El equipo de Iñaki Bea, que nunca perdió la fe, respondió con personalidad a los dos tantos locales y se trajo de vuelta un punto de mucho mérito en este arranque liguero.

El filial pucelano golpeó muy pronto, con un gol de Xavi Moreno en el minuto 5. Sin embargo, la reacción azulgrana no se hizo esperar: Álex Castro, atento en el segundo palo, aprovechó un balón suelto para poner el empate apenas diez minutos después.

La Segoviana se asentó en el partido y buscó dar la vuelta al marcador, pero fue el Promesas quien encontró de nuevo la ventaja en el 29’, gracias a un disparo de César Porras que se coló tras tocar en un defensa. Cuando parecía que el descanso llegaría con el 2-1, apareció Josep para rematar de cabeza una falta lateral y volver a igualar el choque justo en el minuto 45.

Una segunda parte de esfuerzo y ocasiones

En la reanudación, la Segoviana mantuvo su firmeza defensiva y supo incomodar a un Valladolid Promesas que había comenzado la liga con fuerza. Borrego y Koke tuvieron en sus botas la ocasión de dar el triunfo al conjunto azulgrana, pero el meta local evitó el tanto con una gran intervención.

Con el paso de los minutos, el duelo se convirtió en una auténtica partida de ajedrez entre dos entrenadores amigos: Javi Baraja e Iñaki Bea, ambos con pasado blanquivioleta. Ninguno quiso dar su brazo a torcer y el encuentro concluyó con reparto de puntos.