Durante estos últimos días se ha realizado en la Real Fábrica de Cristales de La Granja un excepcional encargo, se trata de la reproducción de una antigua cruz de cristal, originaria de una antigua fábrica de vidrio de la región de Baviera (Alemania).
La fabricación de esta réplica representa para la Real Fábrica de Cristales el renacer de las antiguas relaciones que desde el siglo XVIII existían entre la Real Fábrica de Cristales y las fábricas de vidrio bávaras de las zonas boscosas, al oeste de la ciudad de Ratisbona, en el centro de Baviera.
Según cuenta la documentación original, varios vidrieros bávaros, expertos en distintas técnicas, fueron contratados en 1750 para trabajar en la Real Fábrica de Cristales de la Granja, destacando entre ellos, el maestro Juan Eder y su familia. Antes de establecerse en La Granja, esta antigua saga de vidrieros había contribuido al establecimiento de las Reales fábricas de cristales de Suecia, Noruega y Portugal. Tras recorrer media Europa, la familia Eder y sus descendientes acabaron trabajando en La Granja, manteniéndose en este lugar por varias generaciones.
Mientras que en La Granja la fabricación de vidrio ha podido mantenerse hasta la actualidad, en cambio, la producción de las fábricas bávaras, de donde procedían estos célebres vidrieros, cesó toda su actividad hacía 1930, al destruirse la última fábrica de vidrio que aún existía, quedando aún en pie una pequeña capilla de madera. La cruz de cristal que ahora se reproduce en la Granja coronó el pequeño campanario de esta capilla, desde aproximadamente el año 1905, hasta 1960, cuando fue destruida. En su memoria fue instalada en este mismo lugar un pequeño santuario, en la ladera de un camino, coronado por esta pequeña cruz de cristal, que milagrosamente se ha conservado a la intemperie hasta la actualidad.
Durante más de un siglo esta frágil cruz de cristal ha sobrevivido a las inclemencias del tiempo, avatares y posibles amenazas. Fue en el verano de 2017 cuando la Dra. Paloma Pastor, directora del Museo Tecnológico del Vidrio visitó, junto con el historiador local y descendiente de esta antigua saga de vidrieros, Georg Paulus, visitaron este mismo lugar y sugirieron que la cruz original debía protegerse del medio ambiente y trasladarse a un lugar seguro, sugiriendo que debía quedar en un museo. Finalmente acordaron que debía fabricarse una réplica en los hornos de la Real Fábrica de Cristales de La Granja para que pudiera ser reemplazada la cruz original por la réplica.
Tras obtener el permiso del propietario de la cruz y conseguir la financiación necesaria para desarrollar el proyecto, el Sr. Georg Paulus y su esposa Ruth llegaron recientemente a la Granja con la cruz original en su equipaje. La réplica fue elaborada con éxito en los talleres de la Real Fábrica de Cristales por el maestro Diego Rodríguez Blanco y su equipo. De esta manera la cruz de cristal original podrá conservarse en un museo y la réplica realizada en la Granja se instalará en el pequeño santuario, rememorando así la larga tradición vidriera del centro de Bavaria. Fue realizada una segunda réplica de esta cruz para ser exhibida en el Museo Tecnológico del Vidrio, con el fin de reconocer la importancia de la vinculación que existía entre la Real Fábrica de Cristales de La Granja y las antiguas fábricas de cristales del centro de Baviera.
Gracias a este proyecto se han revivido las relaciones históricas entre ambos centros vidrieros que se remontan a los inicios de la Real Fábrica de Cristales de La Granja.