Después de que la obra de Gonzalo Borondo en el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente haya quedado como herencia en el ambiente que se respira en el propio Museo y haya calado hondo en la mirada de las más de once mil personas que han visitado la muestra a lo largo de estos seis meses, desde mañana y hasta el próximo 30 de enero de 2022 serán las llamaradas de los pinceles de Christian Hugo Martín los que, ‘Al color del fuego’, envuelvan las paredes del espacio cultural y hagan reflexionar al público sobre la naturaleza, sus elementos y su conexión con las experiencias vitales.
“Lo explico en el catálogo de la exposición y lo reitero ahora, Christian es una de esas personas, o uno de esos artistas, que logran transformar la vivencia en arte y el arte en vivencia, que no es algo sencillo y que no es algo que todos los artistas consiguen y muchas menos personas logran”, indicaba esta tarde en la inauguración de la muestra el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, quien se mostraba orgulloso de que “alguien como Christian sea el nuevo inquilino del Museo Esteban Vicente, dentro de esta serie de conversaciones con artistas segovianos que nos permiten comprobar que, aunque pasan los años y la vida cambia, la visión artística permanece y los pinceles interpretan de forma similar, y al mismo tiempo única, esas experiencias que nos definen”.
Formada por un total de 82 obras, 66 de Christian Hugo y 16 de Esteban Vicente, la exposición está enmarcada dentro del proyecto ‘Esteban Vicente visto por…’ patrocinado por la Diputación y está marcada, como era de esperar, por los colores y trazos que habitualmente llenan las obras de Christian Hugo de viveza y movimiento, pero también por su forma de experimentar con las tonalidades que aporta el fuego cuando entra en diálogo con el papel y otros elementos. Se trata, por esto, de una colección en la que el proceso es parte fundamental del resultado, y para cuya composición el artista segoviano ha trabajado con agua, gasolina, trementina o aceites como la linaza, logrando, desde atmósferas más terrosas hasta tonalidades más negras y construyendo, desde luces y transparencias hasta sombras y opacidades.
“Yo me siento muy bien pintando con el fuego; es mi compañero de trabajo, y aún mejor cuando consigo amansarlo y dominarlo a través de los trazos y las atmósferas de color”, asegura Christian Hugo, para quien la naturaleza es espacio y, al mismo tiempo, herramienta de trabajo. No en vano, el artista reconoce haber aprovechado la luz, las sombras de las ramas o las cortezas de los árboles para ir construyendo sobre el mismo terreno -y mientras trabajaba también con la fotografía y el vídeo- muchos de los lienzos y montajes que forman ‘Al color del fuego’.
Esto queda comprobado en la proyección ‘Vestirnos con cortezas de mar’, que junto a la serie ‘Espuma de mar’ ocupan la primera sala del museo o en composiciones como las que conforman el pasillo de la primera planta, y que evocan el ‘Faraway’ de Esteban Vicente o sus piezas en pastel y carboncillo sobre papel. La conversación entre el segoviano afincado en Torrecaballeros y el tureganense también se deja sentir en su máxima expresión en la sala cinco, donde el montaje ‘Yellow’ de Christian Hugo y un díptico de Esteban Vicente de 1987 exhiben e intercambian su combinación de tonalidades amarillas y trazos oscuros.
Para Miguel Ángel de Vicente, quien rememoraba la relación que entablaron ambos artistas en el año 1993 cuando el autor de ‘Al color del fuego’ visitó al pintor en su estudio de Nueva York, “el reencuentro entre la obra de Esteban Vicente y la de Christian Hugo en este Museo es algo que, seguro, les habría gustado ver tanto a Esteban como a Harriet, que a comienzos de los años noventa ya advirtieron en Christian a un pintor con intuición y sensibilidad para el color”. Del mismo modo, el presidente de la Diputación auguraba que esa conversación entre la obra de ambos artistas, “será algo que también disfruten, a partir de hoy, muchos aficionados al arte, tanto segovianos como foráneos” y concluía felicitando a Christian Hugo por una muestra que “avivará muchas emociones y dará calor, además de color, a quien venga a visitarla durante estos meses fríos de otoño e invierno segovianos”.